Pilar Rubio es de esas mujeres que reaparecen socialmente a los dos meses de dar a luz aun más guapa que antes y, aunque genera envidia y admiración a partes iguales, no puede negarse que sigue fantástica.

Hace dos años comenzó una relación con el futbolista del Real Madrid Sergio Ramos, con el que siempre se la ha visto sonriente y rebosante de amor. En tan sólo dos meses, la pareja celebrará su segundo aniversario, pero esta vez no estarán solos: los acompañará su hijo Sergio, nacido el 6 de mayo y que ha cambiado totalmente la vida de su madre.

Después de pasar unos días de descanso en Madrid e irse a la playa a relajarse con el que considera el amor de su vida, ha vuelto a Madrid junto a Ramos para que ambos puedan retomar su vida laboral y social. Ella lo ha hecho radiante y contenta como nunca, y declarando a los cuatro vientos lo que han significado para ella sus dos Sergios. Pilar Rubio es una mujer feliz, y se nota.

"Para mí, la idea de tener un hijo estaba relacionada con el concepto de familia. Quería que mi hijo tuviera un padre y una madre juntos. Y hasta que no he vivido el momento ni conocido a la persona adecuada no me lo había planteado". La declaración no deja lugar a dudas y demuestra que una de las presentadoras más sexis de la tele está atravesando por un momento muy dulce. Sin embargo, ser madre no le ha impedido seguir sintiéndose mujer, y cuidarse continúa siendo fundamental para ella. Practica pilates, coaching y gimnasia en la piscina y, además, hace abdominales hipopresivos. En cuanto a la comida, confiesa que no se obsesiona y que la clave está en "cuidarse y no ponerse hasta arriba de bollos", lo que le hace mantener una vida totalmente saludable que se refleja en su propio estado de ánimo. De hecho, recientemente ha declarado que vive la vida "no con ansiedad, sino con la serenidad de esperar el momento justo para cada cosa y disfrutarlo".

Cualquiera diría que es imposible llevar el mismo ritmo que antes después de tener un hijo y todas las responsabilidades que ello conlleva, pero precisamente eso no parece ser un problema para Pilar Rubio: "Como le estoy dando el pecho, me lo llevo a todas partes. Soy un culo inquieto".

De hecho, últimamente sólo ha dejado a su bebé en casa para acudir con Sergio Ramos a la boda del hermano de éste, René Ramos, con Vania Millán. Allí casi consiguió eclipsar a la novia luciendo un modelo rojo de manga tres cuartos con lazo en la cintura que resultaba elegante pero de escote generoso y del que mucho se está hablando. También ha aparecido sin su hijo, como es lógico, en el trabajo. Pilar volvió a ElHormiguero la semana pasada con un ajustado vestido verde y declarando que no se había hecho ni cesárea ni liposucción, por lo que muchos siguen sin entender cuál ha sido su pacto con el diablo. Según ella, ninguno, y todo parece indicar que la presentadora está sencillamente en su etapa clave, sin trampa ni cartón. Sin embargo, también hay momentos malos en la vida de una madre primeriza, por muy famosa que pueda ser: "No duermo nada. Soy una zombi. Le doy el pecho cada dos horas. Lo normal es cada tres, pero este es cada dos".