Pasarela

Arruinados tras tocar el cielo

  • Cada vez son más los famosos que deben dejar atrás la vida de grandes lujos a la que estaban acostumbrados para poder hacer frente a sus numerosas deudas.

Han estado acostumbrado a una vida de grandes lujos y no han escatimado en gastos, pero cuando la crisis llama a la puerta, da igual el peso que tenga el apellido o las películas o discos que puedan tener los artistas a sus espaldas. De un tiempo a esta parte, son muchos los famosos que se han visto con el agua al cuello y han tenido que tirar de familiares y conocidos para poder hacer frente a sus deudas.

A nadie le extraña, por ejemplo, que el clan de los Janeiro haya tenido que recurrir a mil y un programa de televisión para poder hacer frente a sus deudas. Atrás quedan los excesos en Ambiciones y los días de gloria del tigre 'Currupipi'. Ahora cualquier programa es bueno para pasar por caja, da igual que para ello haya que tirarse desde un trampolín de 10 metros o actuar de jurado en un programa taurino. Pero Jesulín no es el único que lleva años peleando por salir de la crisis. También la mayor de los Flores, Lolita, como en su día le pasó a su madre, ha reconocido que vive ahogada por las deudas y, después de ver cómo las facturas se 'comían' su chalet de Marbella, ahora ha tenido que deshacerse de su casa de Soto de la Moraleja y vive de alquiler en una urbanización privada de Alcobendas.

También ha tenido que buscarse un pisito más ajustado el bailarín Joaquín Cortés, que llegó a deber hasta 80.000 euros en derramas de agua y calefacción en una de sus viviendas, de la que, según se ha dicho, se llevó años sin pagar la comunidad.

En este mismo apartado tendría una mención especial Concha Velasco, que se vio obligada a permanecer en el escenario para poder hacer frente a las deudas que le dejó su marido por su reconocida ludopatía.

Pero no sólo los artistas han tenido que decir adiós a sus lujosas viviendas. También la aristócrata Beatriz de Orleans, experta en moda y durante más de 30 años la cara visible de la firma Christian Dior en España, ha iniciado una nueva vida compartiendo piso con otras tres señoras. En este capítulo hay que incluir también a Lita Trujillo, una de las incondicionales de la jet-set de los 80, que vio cómo se quedaba en la calle después de vender su palacete francés de La Moraleja y tras perder la confianza de sus hijos.

Las hay también que tuvieron que desprenderse de obras de arte o grandes joyas para obtener 'cash', como el caso de la Baronesa Thyssen, que sin estar ni mucho menos arruinada, tuvo que vender un cuadro de John Constable de su colección privada, o Marina Danko, que se vio obligada a vender sus joyas para sobrevivir.

En el mundo del deporte también se han venido abajo grandes fortunas, como el caso de Arancha Sánchez Vicario, que culpó a sus padres de gastarse 45 millones de euros que ella había conseguido jugando al tenis. También Mike Tyson derrochó al máximo hasta dejar en números rojos una fortuna valorada en 300 millones de euros.

Hay voces que apuntan que también el jugador del Barça Xavi Hernández ha tenido que aceptar pasar a un equipo menor de Oriente Próximo porque los negocios inmobiliarios en los que había invertido se han venido abajo y no le permitirían vivir alejado, por el momento, de los estadios de fútbol.

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