Pasarela

La tradición china mucho más allá del pato laqueado

  • El 'Roast Duck' de Pekín, uno de los locales señeros de la urbe, además de los platos más tradicionales innova con la incorporación de sabores españoles.

Los hornos con decenas de patos laqueados, el plato más característico de Pekín, forman el eje del restaurante de Da Dong, el chef más reconocido del gigantesco país, donde los sabores no tienen nada que ver con lo que habitualmente se sirve como "comida china". El Roast Duck es uno de los locales imprescindibles de Pekín y donde la creatividad de su jefe reúne la tradición asiática con la innovación de sabores occidentales. Incluso el jamón Cinco Jotas se puede degustar entre las recreaciones de Da Dong (traducido, Dong El Grande, su nombre verdadero es Zhenxiang Dong).

"El pato laqueado es la estrella y servimos cientos de ellos a diario, pero hay mucho más trabajo y más sabor en Pekín", resalta el propio cocinero en su reciente visita madrileña. Un pato sedoso y con menos grasa que lo habitual, con una presentación detallista.

Entre los productos más sorprendentes para un paladar español que presenta este chef chino se encuentra la holoturia, el invertebrado marino conocido popularmente como pepino de mar (o carajo de mar, término gaditano). Lo que siempre se ha desechado en nuestras costas en China se ha rentabilizado hasta ser uno de los emblemas de la carta del Roast Duck. "La holoturia tiene más bien un sabor neutro por lo que adquiere todo el caldo o salsa con el que se condimente. Es un marisco desaprovechado en Europa, pero es un recurso culinario maravilloso", resalta Dong, quien alterna aromas marinos con otros más terrestres como los hongos para acompañar las holoturias, a las que también piropea por su "carácter saludable, como fuente de proteínas de calidad".

El cangrejo de Alaska o las excelentes carnes vacunas australianas son otros de los productos con los que Da Dong sorprende a su clientela internacional, por una cocción diferente y unas elaboradas presentaciones. "La cocina china es bien distinta a lo que se ha ofrecido en muchos establecimientos de comida rápida", resalta. El cocinero ha mantenido un intenso contacto con los principales chefs españoles a lo largo de estos veinte años en primera línea, por lo que la innovación y los sabores puros integran esta carta pequinesa. "Siempre tengo productos españoles a mano. La calidad es indudable", reconoce asimismo este chef que abre la puerta a la creatividad procedente desde nuestro país e invita a profundizar en un mercado ávido por la calidad.

Entre sus platos: pez mandarín agridulce, aloe vera en tempura o los huevos de cien años (huevo de pato curados en cal viva).

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