Con la venia

Fernando Santiago

La Madrugá

VOY a proponer una serie de medidas drásticas(a mi estilo) sobre la Semana Santa gaditana. Los cofrades de la Trimilenaria llevan años mirando a Sevilla pero nunca terminan de dar el paso definitivo. Es un amagar y no dar, un quiero y no puedo. Por ejemplo , quieren llevar el pasito corto sevillano pero cargando con el hombro, sin la tradicional molía. Quieren usar las marchas sevillanas pero no llevan el ritmo necesario. Quieren tener el lujo y el barroquismo sevillano pero no quieren gastarse dinero. Ya se sabe que esto de la Semana Santa, como casi todo, es cuestión de panoja: si quieres lujo, oro, joyas, flores, bandas, bordados, orfebres y todo lo demás, tienes que rascarte el bolsillo y en Cádiz la gente o está cortita o prefieren gastar en otra cosa. Los capillas gaditanos quieren un pregón por todo lo alto pero no hay capacidad literaria ni famoseo. Quieren mantillas pero tan sólo 10 o 12 mujeres están dispuestas para la ocasión. Quieren esplendor pero sin gastar, quieren saetas sin pagarle a los saeteros, quieren cortejos grandes y lujosos pero no hay gente para llenarlos. Da igual que se llamen penitentes o nazarenos si no son capaces de juntar a más de 100 mientras en Sevilla van lo menos mil. Y luego quieren mucha gente por la calle. Como escribía Carlos Alarcón en El Guardabrisas, la devoción es otra cosa, aquí se trata de hacer una procesión de cara al público, así que hace falta un montón de gente por las calles, una carrera oficial repleta de personal. Y no hay o al menos no lo suficiente. Por si fuera poco a nuestros cofrades lo que les gusta de verdad es irse a Sevilla. Usan la Semana Santa de Cádiz como plataforma para ir a Sevilla, madre y maestra. Así que voy a proponer una medida que va a resolver muchos problemas: ni el Jueves Santo ni la Madrugá debe salir hermandad alguna, con lo que los cofrades tienen libertad para irse a Sevilla. Este año los más recalcitrantes se van a ir a la Madrugá de Jerez, boicot cruel a Cádiz, traición en toda regla a nuestras tradiciones. Seamos prácticos: si en la Madrugá de Cádiz no hay público suficiente, que es para lo que salen las cofradías, se suprime y a otra cosa. Lo vio con claridad la Sanidad, que ha cambiado de día. Así que como primera medida propongo que cambien de día Medinaceli, Descendimiento y Perdón , las tres únicas hermandades de la Madrugá gaditana. Digo más, ya puestos ¿por qué no cambian de día también Nazareno, Afligidos y Oración en el Huerto? De esa manera podríamos competir con Sevilla y con Jerez de domingo a miércoles y el jueves podemos irnos con tranquilidad a otros lugares donde se hace mejor que en Cádiz, sin la ñoñería de la tradición, sin ese apego absurdo a cargar con el hombro. Podemos dejar el Viernes Santo para la Buena Muerte y así podemos descansar de la paliza de la Madrugá en los lugares donde entienden y saben. Si de todas las maneras ya se pasean los cofrades gaditanos por la madrugá sevillana como si estuvieran en la calle Ancha, saludando a vecinos y colegas. No seamos timoratos, resolvamos los problemas, abordemos la cuestión con valentía  y vayamos al núcleo del asunto.

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