Una de las cosas que más me gusta en el mundo es la música, cualquier música, todas las músicas. Soy, por tanto, seguidor de las orquestas, cuáles fueron las mejores en el pasado y lo son ahora. Si una orquesta toca bien es porque sus músicos son buenos, están afinados y son bien dirigidos. Quienes desde el PP han hablado de "orquesta", en el sentido perverso, o sea, dando a la palabra "orquesta" el valor de rebaño lanar, caprino o bovino, y a su director el dudoso papel de genio malvado, acaban de clavar nuevos clavos en el ataúd que políticamente los va a enterrar en La Isla. Porque le han faltado el respeto a muchas, muchísimas, miles de personas, que nos manifestamos el otro día de un modo ejemplar, pacíficamente, democráticamente, contra la situación de la ciudad que, ésta sí, ha sido dirigida en los últimos años de tal modo que han robado a los ciudadanos casi dos mil millones de las antiguas pesetas. Y también, que no se olvide, a quienes no lo hicieron no por falta de ganas sino por imposibilidad material, causas diversas o falta de costumbre.

No se ha dicho, pues, que la orquesta desafinaba o que la cuerda de violines se lió a palos con la percusión, ni que el grupo de viento-madera increpó al público o que el concertino le atizó con el arco a la del arpa, eso no, hasta ahí se podía haber llegado cuando el concierto que dio la Orquesta de la Real Isla de León fue un ejemplo modélico de orden, respeto a las normas y sano ejercicio de democracia. Pero se trata de eso, de que, como todo vale, pues hay que denigrar, desprestigiar, insultar a los ciudadanos que estamos hartos, pero hartos, de un gobierno al que le han robado el dinero nuestros impuestos, en su propia casa, y no admite responsabilidad alguna en ello. Y digo bien: un gobierno, el actual, el formado por un pacto entre el PP que nos califica de orquesta orquestada por los socialistas y el PA que gobierna desde hace muchos años y a quien más hay que exigirles las responsabilidad políticas por el robo de la Caja de Efectivo.

Comprendo que toda la artillería preparada a uno y otro lado de la línea bipartita, caso de que el respaldo a la Manifestación convocada por la Plataforma pro Responsabilidades Políticas, hubiera fracasado, se tuvo que guardar para mejor ocasión. Así es la vida. Por ello, qué bueno que haya niños en casa, a quienes echarle la culpa: los socialistas, López Gil. Es lo mismo, no vale la pena ni siquiera rebatir algunos argumentos tan escasamente inteligentes que dan pena.

No saben lo felices que nos sentimos muchos, muchísimos ciudadanos saliendo a la calle, a cuerpo limpio. Pidiendo asunción de responsabilidades políticas, dimisiones. ¿Orquesta lanar? Ya, ya… Tiempo al tiempo.

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