Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Tribuna libre

Juan Piña Batista / Parroco De Santo / Tomas De Aquino

Sábado Santo

SEGÚN información publicada el pasado sábado 24 de octubre, por Diario de Cádiz, el obispo Ceballos Atienza, rompiendo lo establecido en la diócesis de Cádiz y Ceuta durante las últimas décadas, autoriza las procesiones en toda su demarcación los sábados santos.

En la Iglesia diocesana distintas voces y opiniones se manifiestan muy contrariadas y contrarias a la medida arbitrada por el obispo. La mayoría de esas opiniones se vierten en círculos de confianza, persuadidos de que cuestionar públicamente cualquier aspecto que ataña a las cofradías conlleva, a buen seguro, todo género de descalificaciones. Disentir en estos terrenos es ponerse a los pies de los caballos de quienes no entienden la discrepancia y las visiones distintas si no es para tacharlas de 'anti-cofrades' y otra suerte de irrepetibles epítetos. Pero dado que ya he pasado en más de un ocasión por esa pira, me atrevo a expresar abiertamente un cuestionamiento a la medida aprobada.

La reforma litúrgica obrada tras el Concilio Vaticano II establece para el sábado santo un carácter 'a-litúrgico' y, por ello, no se celebra ni la Eucaristía, ni sacramento alguno y la Iglesia guarda un silencio expectante. El sábado santo es "el día del gran silencio de la Iglesia", mientras espera y prepara la celebración de la Resurrección de Jesús.

La medida aprobada por el obispado rompe la práctica eclesial establecida unos años después del Concilio y mantenida en esta diócesis desde entonces (a veces con la oposición y crítica frontal de algunos organismos). El motivo no es otro que significar el carácter de la jornada del Sábado Santo. Recientemente en una diócesis colindante su recién nombrado obispo, nada sospechoso de ser contrario a las tradiciones, ha descartado totalmente esa posibilidad.

Procesionar en un día a-litúrgico pone de manifiesto que por más que se insista en estatutos y reglamentos que las procesiones son "cultos externos", éstos no siempre sintonizan con la liturgia eclesial.

Al parecer la aprobación, redactada todavía en castellano, se hace bajo unos condicionantes. Uno de ellos afirma que "la procesión deberá recogerse con la debida antelación para que no entorpezca la celebración de la Vigilia Pascual". Esa antelación se concreta en la información periodística en las 10 de la noche. Quiero pensar que sólo desde el desconocimiento práctico de la vida parroquial se puede considerar que la adecuación de un templo para la celebración más importante del año pueda hacerse en ese intervalo y, además, después de la entrada de un cortejo procesional. Si no es desde ese desconocimiento u olvido de las circunstancias preparatorias de la fiesta de la Resurrección, la afirmación de la "debida antelación" raya en la caricatura.

En algunas parroquias de la diócesis gaditana-ceutí esta medida altera también un difícil equilibrio en favor de la unicidad de la celebración pascual. Un buen número de creyentes no entenderán que no puedan adecuar sus templos hasta un par de horas antes de la magna celebración del cristianismo y, previsiblemente, optarán por otras alternativas.

Por último, no dudo que la aprobación del obispo es lícita, pero ¿es también legítima? Aprobar una medida de este relieve a tan sólo nueve meses de cumplir la edad establecida canónicamente para que los obispos dirijan su escrito de renuncia a su sede ¿es prudente? Hacerlo, además, sin consultar al Consejo del Presbiterio ¿es eclesial?

En Cádiz parece haberse desatado una carrera por lograr al final de este episcopado lo que desde décadas atrás está solventado y cerrado. Igual al obispo antes de irse le conceden por ello el Senatus, pero igual nos deja una herencia, también en este terreno, muy complicada y difícil de reconducir por sus sucesores.

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