CADIZ siempre ha sido una ciudad adelantada en los derechos humanos. Si aquí en 1812 se aprobó la primera constitución que hablaba de un hombre un voto, ahora en el siglo XXI la ciudad vuelve a acuñar algo revolucionario en cuento a los derechos humanos: "un hombre, una playa".

La Autoridad Portuaria y luego la dama rubia han repartido playas para todos. Los primeros hablaban de poner una en la Punta de San Felipe y los otros junto a Puntales, como si Cádiz, más que una ciudad, fuera una cantera, donde hay más arena que en las obras de Marina de Ors. Ya puestos se podría poner otra en la barriada de La Paz, la de Astilleros y un "aquapar" en el barrio de Santa María aprovechando las cuestas para que la gente se tire y llegue del tirón a una gran piscina de olas situada en San Juan de Dios.

Para Loreto, al carecer este barrio de costa, se podría poner un manantial de aguas milagrosas y a los de Bahía Blanca se les puede inundar el trozo que tienen delante de la muralla de las Puertas de Tierra. Siguiendo las tendencias se podría poner una playa para perros en Pomponio Mela, una para gatos en Corneta Soto Guerrero, una nudista junto al Pay Pay y una para gente "que entiende" detrás del Castillo de San Sebastián.

En la Zona Franca, ya que no se puede poner la clínica, y para mantener el uso "industrial" de los terrenos, podríamos poner una fábrica de hamacas y de sombrillas y otra de bañadores marcadores de paquete que tienen…mucho valor añadido.

Cádiz, un hombre, una playa, podría también dar uso a muchos edificios que no están utilizados en la ciudad. Por ejemplo los depósitos de Tabacalera se podría transformar en un gran depósito de La Casera, para abastecer a la población de tintos de verano…se convertirá esto en algo estratégico, con tanta playa.

La Universidad de Cádiz podría crear un título propio de especialista en cremas bronceadoras, otro de batidores de huevo para tortillas mixtas y también otro de Creadores de Olas, porque en alguna playa estaremos chungos de este fenómeno natural y habrá que crearlas a soplios. Necesitaremos, por lo menols, un chiringuito por playa…y como habrá una playa por persona…hemos alcanzado el pleno empleo. Se acabó eso de encabezar las listas del paro. La única pega es que hay que hacer a la vez de camarero y de cliente…pero te puedes hacer a ti mismo ofertas y regalarte el plato de sardinas con la Cruzcampo. Incluso cuando lo hagas bien darte tú mismo propina. Creo que esto de convertir a Cádiz en una playa sólo tiene ventajas y no comprendo a la gente que dice que esto de llenar la ciudad de arena es una fantasía animada de ayer y hoy…que gusta en Cádiz criticar.

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