EN los últimos días ha pasado desapercibida una noticia que para la gente normal tienen una gran importancia y es la fusión de dos grandes gigantes de la industria, Bayer, líder mundial en el tema de los pesticidas que se utilizan en la agricultura, y Monsanto, la empresa que controla todo lo relacionado con las semillas, además de ser una de las grandes impulsoras de los alimentos transgénicos, productos alterados de forma artificial para que sean más productivos o generen mayor negocio.

La fusión hará que la agricultura del mundo esté, prácticamente, en las manos de esta multinacional que surja dela fusión. Serán los que controlen el cotarro y tendrán muchas más fuerza que Naciones Unidas, los gobiernos , la Unión Europea o el presidente de Estados Unidos.

Si hablas con los agricultores, los que están un poco concienciados con la calidad de los productos, comprobaran que el tema de las semillas les preocupa mucho. La presión de estas empresas hace muy difícil que se puedan plantar especies autóctonas y apostar por los productos artesanales. El peligro, aunque os pueda parecer ciencia ficción y que estoy exagerando, es que en unos años sólo habrá los tomates que quiera esta multinacional y se consumirán los pimientos que ellos diseñen.

Los pequeños agricultores que apuestan por utilizar otras semillas no controladas por estas multinacionales cada día lo tienen más difícil. El riesgo de que desaparezcan muchas variedades locales y esos tomates "que saben a tomate" es cada día mayor.

Me imagino que muchos diréis que podemos hacer nosotros ante esto. Creo que los consumidores tenemos mucho que hacer para preservar los sabores, uno de los grandes patrimonios de la humanidad y es el apoyo a estos pequeños agricultores, a estos pequeños artesanos que siguen haciendo productos alejados del plástico y las manzanas abrillantadas que imponen las multinacionales y los hipermercados.

Podemos hacer mucho y es comprar las frutas, las verduras y el máximo de productos posibles en los mercados de abastos, en las pequeñas fruterías y apoyar especialmente a los que venden productos ecológicos o autóctonos. La mejor manera de conservar los tomates coloraos de Conil o de Rota, las papas de Sanlúcar, los alfajores de Medina, la mojama de Barbate o las uvas moscatel de Chiclana es comprándolas. Es la mejor forma de apostar por ellas. De lo contrario, y sin darte cuenta, en pocos años no sólo te tendrás que vestir forzosamente de que lo que quiera Zara sino que tendrás que comerte unos tomates que sabrán a aspirina…tú elijes.