EL resurgir de los Astilleros de la Bahía de Cádiz es un hecho. Hacía veinte años que no se construían petroleros y al fin se ha iniciado los trabajos de cuatro barcos en Puerto Real, por ahora, pendientes de otros dos. En paralelo, en San Fernando hoy viernes se coloca la quilla del BAM para la Armada; y esta misma semana el astillero de Cádiz ha vivido otro hito histórico con la reparación de cuatro cruceros en sus diques. El presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, fue el primero en destacar esta semana que los astilleros seguirán siendo militares, pero también subrayó que recuperarán la construcción civil, que durante demasiados años había estado apartada por el veto de Bruselas. La construcción de los petroleros en Navantia, que generarán hasta 3.100 empleos, viene a recordarnos que la Bahía ha de mirar siempre al mar si quiere mejorar las inaceptables cifras de paro para garantizar su porvenir sin sobresaltos. No está de más recordar que hace tan sólo unos años, cuando se construyeron los ocho barcos para Venezuela, los astilleros generaron entre plantilla e industria auxiliar unos 12.500 puestos de trabajo, cifras similares a las que se pretenden llegar ahora a medio plazo. Esto sólo será posible si se consiguen los contratos con Arabia Saudí para construir cinco corbetas, y con Australia, aunque en este último caso está aún por confirmarse que la faena llegue a la Bahía. Lo que ha quedado patente es que durante los años en que Navantia no pudo trabajar en el sector civil, la competencia directa no ha perdido el tiempo y no sólo se ha puesto a la altura de nuestros astilleros, sino que en algunos casos va muy por delante. Esto es así hasta el punto de que nuestro principal competidor industrial, como es el astillero coreano de Daewoo, se ha convertido en socio para hacer realidad la construcción de los cuatro barcos. Ellos son en la actualidad los que suministran el diseño y el acero, y si no es con su alianza, la operación no habría sido posible.

Al mismo tiempo, la ministra en funciones de Fomento, Ana Pastor, ha garantizado este miércoles que el dinero para la nueva terminal de contenedores de Cádiz llegará antes del mes de junio, y que el tren de La Cabezuela, que será clave para incrementar el tráfico portuario en un 35%, estará listo en unos dos años. A la vista de esta nueva oportunidad, conviene no caer en errores del pasado y que las administraciones y los agentes sociales remen todos juntos en la misma dirección para que la Bahía vuelva a situarse en el medio plazo como una referencia dentro del sector naval y portuario.