LOS dos últimos presidentes que ha tenido España han sido precisamente eso: los últimos... en enterarse. Y no con las connotaciones que le dimos en aquella chirigota, que Dios me guarde de insinuar algo así sobre Zapatero y Rajoy. Los últimos en enterarse de la situación del país que el primero gobernó y el segundo aún gobierna. Si el socialista se dio cuenta muy tarde de que la crisis había llegado a las vidas de muchos españoles (de él no, claro), el popular todavía no se ha enterado de que su futuro político es muy negro. Se lo dicen los barones de su partido, pero Mariano no hace caso. El PP naufraga, causa rechazo y debe renovarse, pero Mariano insiste en postularse como el mejor candidato para las elecciones generales. El mismo que pocos días antes de los comicios del domingo dijo aquello de "¿Quién habla hoy del paro?". Con amigos como este, quién quiere enemigos, pensarían los populares. Y así les fue.