LOS compañeros políticos de Rato, Chaves o Griñán, por poner tres ejemplos elegidos al azar, deben urgentemente cambiar de discurso. Al ciudadano no le vale que se diga que la detención de Rato demuestra que la ley es igual para todos y que no entiende de amigos, porque esa afirmación es una certeza que nunca se puede poner en duda en un sistema verdaderamente democrático. Tampoco le vale al ciudadano de a pie que los socialistas digan que Griñán y Chaves estaban deseando comparecer ante la justicia para explicar su versión, una versión que, ahora que se sabe lo que han dicho ante el Supremo, han hurtado repetidas veces a la sociedad andaluza escudándose siempre en aburridos circunloquios. Quizás con la boca pequeña, por lo bajini, haya populares y socialistas que reconozcan que estos tres sujetos les han defraudado. A ellos, no sé; a la sociedad, seguro que sí.