EL presente artículo quiere servir, a modo de conclusión, al publicado en este mismo medio el pasado 12 de abril, Sábado de Pasión.

En el mismo podíamos leer cómo, tras treinta años desaparecida, regresaba al archivo de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera+Cruz y Nuestra Señora de la Soledad las partituras de la versión original del trío de viento que dedicara a la corporación el que fuera hermano de la cofradía e hijo predilecto de la ciudad, el Maestro Antonio Escobar Perera; las famosas Estampas de la Vera Cruz.

La búsqueda incesante por recuperar este patrimonio desaparecido, por parte del secretario de la decana, Juan Manuel Marrero Domínguez, hizo llamar a la puerta de José Manuel Ruiz, incansable investigador y miembro de la permanente del Consejo de Hermandades, quien tras múltiples gestiones con Cayetano Sánchez Aragón, archivero de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, la hermandad de Nuestra Señora de las Angustias (El Caminito), el músico Francisco del Toro Zamora y el tristemente fallecido en marzo del presente año Enrique García Muñoz, en un concierto celebrado la pasada Cuaresma en la iglesia de Santiago, el citado Sánchez Aragón enviaba y entregaba, de manos del concejal de nuestro Ayuntamiento José Pablo Chaves, una copia de la versión original de esta pieza.

Se trataba, cierto es, de las Estampas de la Vera Cruz, pero de una fotocopia del original del propio Maestro Escobar que poseía en su archivo Enrique García, tal y como reza en documento adjunto a las partituras enviadas por Sánchez Aragón, quien, tras realizar esta copia, devolvió la fotocopia manuscrita del Maestro Escobar al archivo de García.

La hermandad, gracias a todas las personas que de una manera u otra aportaron su granito de arena para recuperar este patrimonio, pudo estrenar el pasado Lunes Santo, concretamente en la plaza del Palillero, la interpretación de esta versión original.

No obstante, el saber que Enrique García poseía en su archivo una fotocopia manuscrita de la pieza, hizo que nuevamente el secretario iniciase los trabajos de búsqueda para su recuperación al considerarlo de gran valor, ya que los originales lamentablemente perecieron, como ya se ha mencionado. Llamar a la puerta de Enrique García se hacía imposible, ya que tras su fallecimiento no hay constancia del legado de su archivo, siendo su familia la depositaria del mismo.

Y como si esta historia quisiera tener su epílogo, este mes de noviembre se ha podido recuperar también esta copia manuscrita.

Fruto de las relaciones que Marrero mantiene con diferentes formaciones musicales de nuestra Semana Santa, se puso en contacto con Carlos Álvarez de Cienfuegos, oboísta y responsable de la capilla musical Pasión, de Sevilla, haciéndole llegar su preocupación por rescatar para la hermandad de la Vera-Cruz esta joya del pentagrama.

Hay que destacar la total predisposición de este trío de capilla, que desde el primer momento mostró un especial interés en atender esta petición. Se da la circunstancia de que los músicos Álvarez de Cienfuegos y Daniel Maldonado, clarinetista éste último, fueron miembros de la banda de música de la Cruz Roja de Sevilla, que dirigió durante muchísimos años el maestro Enrique García.

La capilla musical Pasión, a quien agradecemos su inestimable ayuda, preocupada siempre por mantener vivo el legado y tradiciones de este género procesional, así como su cuidado afán de estudio e investigación de la música de capilla, y dada su estrecha vinculación con Enrique García, obtuvieron para su archivo esa copia manuscrita de las Estampas de la Vera Cruz en su versión original.

Por ello, atendiendo la petición de la hermandad y entendiendo que se trataba de un patrimonio legítimo dedicado expresamente a la cofradía, enviaron a la corporación esas ansiadas partituras legibles y con la peculiar grafía con la que escribía la música el bueno de Antonio.

Sirva pues este artículo para honrar nuevamente la memoria de tan insigne compositor, y que felizmente el archivo de la Hermandad de la Vera-Cruz vuelva a custodiar este tríptico de capilla que compusiera en su estudio de la plaza del Falla quien tanto rezó, en forma de música, a los titulares de esta corporación del Lunes Santo gaditano. Antonio Escobar Perera, el Maestro Escobar.