ASosa Wagner se le ha caído el pelo por calificar de autoritaria a Rosa Díez. Ante el trato recibido decidió con gran pesar renunciar a su escaño de eurodiputado y pedir el reingreso en su cátedra. A la dirigente de UPyD no le gustó que su cabeza de lista europea escribiera un artículo en el que proponía un acuerdo con Ciudadanos sin haberlo llevado a los órganos internos del partido, en lo que quizá no le faltara razón; pero lo que le pareció intolerable fue que denunciara su autoritarismo y pusiera el acento en el abandono creciente de la militancia.

El profesor Sosa Wagner lo pagó caro, con artículos y declaraciones de Gorriarán e Irene Lozano en los que llegaron al insulto personal, y una asamblea de seis horas en la que recibió duros golpes dialécticos. Llegó el hacha y le relevaron como presidente del grupo parlamentario por Maite Pagaza.

Pagaza es gran persona aunque con nula experiencia en Bruselas y Estrasburgo, donde apenas lleva un mes, pero sucede que en la mayoría de los partidos el que manda, manda. Incluso aquellos que denuncian gestos de autoritarismo en las demás fuerzas políticas, lo ejercen cuando alguien cuestiona su línea de actuación.

Rosa Díez no es la única que impone su criterio contra viento y marea. Pablo Iglesias, que no pierde ocasión de denunciar las maneras de lo que él llama "casta", hace semanas que se ha convertido en ejemplo del político que no acepta más autoridad que la propia, y este fin de semana se ha visto durante el congreso o asamblea de Podemos, en un clima de profunda decepción, frases que asustan como las que promueven el asalto en lugar del consenso y amenazas de expulsión a quien se atreva a plantear alternativas a Iglesias.

Ha sido él, junto a su lugarteniente Juan Carlos Monedero, el que ha decidido que la formación no se presente a las municipales, y a cualquiera con dos dedos de frente no se le escapa que temen que los famosos "círculos" coloquen candidatos a los que no puedan controlar. Han decidido también una ejecutiva corta y cerrada, cuyos nombres elegirán Iglesias y Monedero; también que Pablo Iglesias sea portavoz y, si hay lista alternativa, no cabe la proporcionalidad, sino que la lista ganadora -que será la de Iglesias- será la que conforme toda la ejecutiva.

Critican a la "casta", pero han creado la suya. Con menos posibilidad de participación y decisión, que la de aquellos de los que abominan. Se presentaban como ejemplo de comportamiento ético pero, a las primeras de cambio, no dudan en ejercer su autoridad. O más que autoridad, autoritarismo.