La azotea

Manolo / Fossati

Sentirse especial

PARA sentirse especial en estos días y en este país, al menos una vez al año, basta con tomar las vacaciones en septiembre. Hay algo de tal vez insana sensación en contemplar como la gran mayoría de los compañeros andan volviendo de sus permisos (retribuidos de momento) se supone que llenos de energía, y en responder con la mejor respuesta posible a su pregunta ¿tú ya has vuelto o te vas ahora? Se llena de nuevo la oficina, las pieles retornan con un hermoso color moderada o exageradamente bronceado, y todo parece ir recuperando la normalidad o estar a punto de recuperarla. Como si a estas alturas alguien quisiera normalidad. Y tú, ser a punto de ser provisionalmente especial, sabes que durante un mes nada será normal, que irán y vendrán las brisas de otros mares y otras luces, que otros cánticos soplarán tus oídos y que volverás a ver a aquellos amigos de verano.

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