El Tiempo Un inesperado cambio: del calor a temperaturas bajas y lluvias en pocos días

TODA ciudad con vistas al mar, o a río navegable, tiene dos alcaldes. En el caso de El Puerto, uno manda en la margen derecha del río y el otro en la izquierda, aunque este último disfrute de algún que otra 'colonia' en los dominios del primero. Al de la derecha lo eligen los ciudadanos con sus votos cada cuatro años mientras que al segundo lo nombra la Junta en función del reparto de poder entre los suyos.

Los intereses de uno y otro suelen ser contrapuestos y, durante muchos años, sus diferencias propiciaron que la ciudad no pudiera disfrutar de su río con plenitud. Eso sí, ahora hay un cierto entendimiento que ha abierto la posibilidad de que El Puerto pueda volver a mirar al Guadalete con orgullo tiempo después de que la ribera dejara de ser una gran fuente de riqueza por la merma de un sector pesquero malherido.

En los dominios de la derecha, se han acometido actuaciones acertadas como la peatonalización de un tramo de la avenida de Bajamar, la avanzadilla de una obra faraónica que tardará décadas en hacerse realidad, si es que algún día llega a ejecutarse. Al menos, queda el consuelo de recurrir a la imaginación con los carteles carcomidos por el sol de la fachada del antiguo hospital.

Mientras, el alcalde de la margen izquierda aceptó no hace mucho, previo estudio económico de viabilidad, compartir con el resto de los mortales parte de sus dominios aprovechando que el que precedió a su homónimo de la derecha construyó hace relativamente poco un puente millonario sin apenas utilidad.

Años atrás, se hubiera realizado una presentación suntuosa de la maqueta de un enorme complejo comercial, hostelero y de ocio que se sufragaría con un crédito bancario de una cuantía inversamente proporcional a la rentabilidad económica de la propuesta. Pero los tiempos han cambiado y ya se evitan este tipo de exhibiciones porque temen el rechazo del ciudadano que ya no digiere tan bien los engaños. Por eso, se conforman con anunciar inversiones nimias, de ahí que se venda como éxito de gestión la futura apertura de un Burger King. El tiempo dirá si es la génesis de la fusión real de ambas márgenes o una simple cesión de un alcalde a otro.

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