Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Manuel Paredes Grosso

Una encrucijada histórica

El nuevo puerto logístico de Cádiz se construye encerrado en la ciudad

HEMOS contemplado en Cádiz este verano una escenografía, por parte de personalidades de la vida pública, que ha sonado en todo momento a traca de feria, en relación con el futuro del puerto de la bahía gaditana. Que si se analiza la historia nunca ha sido solo de la ciudad de Cádiz, sino de todas las que circundan la Bahía.

El Foro de Debate Cádiz 2012, que consiguió, junto a otras entidades ciudadanas, de la reunión de jefes de estado y gobierno latinoamericanos del año pasado, las únicas conclusiones de apoyo a asuntos beneficiosos para la ciudad, lleva más de cinco años ocupándose y preocupado con la trayectoria que iba tomando nuestro puerto. Y organizando reuniones y conferencias de expertos en que quedaba patente que se iba por muy mal camino. Con un eco social casi nulo.

Ahora se ha organizado una espectacular palinodia en que de lo único de que se habla es de la puntita del iceberg: la nueva zona franca de Sevilla. El que en este momento, en que las mayores y más peligrosas tensiones nacionales se derivan del supuesto desequilibrio fiscal entre comunidades, se concedan nuevos pero arcaicos privilegios, es incomprensible. Parece que el ejercicio del poder político no solo está trufado de lo que presuntamente asoma cuando se levanta el pico de la alfombra, sino de cuestiones, quizás legales, pero arbitrarias.

Se viva donde se viva, si se quiere pasar de una mera existencia vegetativa, hay que procurar estar informado. Y si se vive en una ciudad portuaria, de la que se dice, como es el caso de Cádiz, que "o es un puerto o no es nada", lo cual ha quedado demostrado en los grandes vaivenes de su larga historia, hay que intentar estar algo informado sobre las cuestiones portuarias. Y eso suele ser suficiente para saber cuándo te están contando un cuento. Y hay que saber mirar tanto al cerca como al lejos; quiere decir, que hay que tener en cuenta 'la crisis', pero también 'la no crisis', si se quiere encontrar el camino para salir de ella.

Existe hoy un conocido proceso histórico, que se manifiesta como 'la globalización', 'los países emergentes', etc. etc. El modelo de transporte marítimo en contenedores se impone, y mantiene los mayores índices de crecimiento. Es sin duda el futuro portuario. Se desarrolla toda una nueva tecnología logística, que ha definido las principales rutas marítimas vigentes.

Haciendo una gran simplificación se puede decir que en estas rutas se desarrollan dos tipos de transporte, que necesitan dos modelos específicos de instalación portuaria. El de transbordo barco grande - barco más pequeño y el de barco - tierra, o tierra - barco. El primero responde a las grandes rutas intercontinentales y el segundo a las rutas de distribución, para finalmente acercar los productos a los mercados. O a zonas de actividades logísticas (ZAL), en las que se manipulan o ensamblan elementos de distinto origen, adaptando los productos a los mercados específicos. Si estas zonas cuentan, excepcionalmente, con ventajas fiscales se denominan 'zonas francas'.

Una de las principales rutas logísticas actuales, y quizás con mayor futuro, es la que se llama 'cintura logística del mundo', que pasa por Hong Kong, Shanghái, Singapur, Canal de Suez, Estrecho de Gibraltar y Canal de Panamá. Y en cada uno de esos puntos hay uno o dos puertos del primer rango, que también pueden asumir funciones del segundo. Y puede haberlos solo del segundo, que alimentan, o pueden ser focos de desarrollo de tejidos industriales locales.

El ámbito de influencia de cada uno de los puertos del primer rango (HUB) es un 'nodo' y la Bahía de Cádiz está en una magnífica situación en el 'Nodo del Estrecho', en que el tráfico de grandes barcos y pocas paradas, lo atienden hoy Algeciras y Tánger Med, que reúnen las mejores condiciones para hacerlo, mientras no tan buenas para las ZAL, por distintas razones. El Estrecho está mejorando su posición estratégica con los procesos económicos en marcha en África y Latinoamérica.

Pero la actividad portuaria barco-tierra necesita, como condición 'sine qua non' unas directísimas conexiones con las redes viarias, ferroviarias y aeroportuarias, para poder funcionar. Y por eso en la mayor parte de los puertos españoles se han ejecutado, en los últimos años, costosísimos 'puertos exteriores', para que no se interfieran absolutamente nada con tejidos urbanos. Porque el tráfico de estos puertos alcanza muchos cientos de grandes camiones diarios, a todas las horas, y trenes logísticos que necesitan poder alcanzar hasta novecientos metros de largo para ser rentables, que es la distancia, en Cádiz, entre la plaza de España y la Catedral. Estos trenes no pueden atravesar una ciudad. Ni circular, como algunos han afirmado, a la defensiva, por un puente 'carretero', en cuanto a su capacidad resistente, y mucho menos con un seis por ciento de pendiente, más del triple de lo técnicamente posible.

Es decir, que quienes tomaron la decisión de hacer el puerto logístico de Cádiz como se está haciendo, encerrado detrás de la ciudad, sabiéndolo, o no, lo condenaron a un futuro de 'tercera división'. Y los que estaban mirando para otro lado, por motivos que ellos sabrán, que valoren su actuación.

Y no parece disparatado pensar que dejar el nuevo puerto logístico encerrado tras la ciudad era una jugada, de una estrategia coherente con más elementos que se han venido vislumbrando. Todo hace suponer que el futuro logístico, que va a existir en la fachada atlántica el Nodo del Estrecho, se quería monopolizar en otro sitio. Sin competencia de Cádiz.

Y ello cuando tenían a mano situarlo como ampliación de La Cabezuela, solución que se desechó en un estudio de alternativas que no convence en absoluto. Solamente un puerto con ZAL inmediata, como es el caso Cabezuela - Las Aletas, y acceso franco y de dimensiones adecuadas, a las autopistas, el ferrocarril y el aeropuerto, puede competir en el sector logístico.

¿Resulta creíble que se hiciera encerrado en la ciudad solo por ignorancia?

Cuando hace cierto tiempo se ha negociado el trazado del corredor ferroviario europeo, en que las alternativas, central y mediterránea, partían ambas de Sevilla nadie, excepto el 'foro de debate', habló de ampliarlo hasta Cádiz, a pesar de que personas cercanas a esta ciudad, según parece, estuvieron próximas a las negociaciones. Y a que la vía de ancho europeo se está construyendo… Por supuesto a ritmo gaditano. Y todo lo anterior parecen nuevas piezas de una trama monopolística. Y el Cádiz ciudadano 'mutis'.

Y mientras tanto, algunas figuras destacadas han hecho aparición en la escena mediática, dando un espectáculo circense, sobre una escalera en que unas veces parece que suben y otras que bajan.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios