Antonio Morillo Crespo

Benalup nació en el Trienio Liberal

En 1821, la Diputación promovió la creación de un nuevo pueblo en el lugar de Casas Viejas El Ayuntamiento de Medina boicoteó el proyecto y el regreso de Fernando VII, acabó con él

NO nació, pero nació en la conciencia de sus moradores.... Benalup de Sidonia consiguió su independencia, tras muchos años de esfuerzo en 1991. Como en otros tantos municipios, el proceso fue largo y dificultoso. Simbólicamente, el paso del peyorativo Casas Viejas al romántico gentilicio de Benalup se plasmó en la realidad, contemplando como el pueblo se ha desarrollado y crecido, partiendo de aquel conjunto de chozas de paja castañuela y cortijos de mojinetes. Pero hubo otro intento anterior, entre 1820 y 1823, en el llamado Trienio Liberal, que respondió a la filosofía y política de los liberales españoles, citado por Antonio Luis Rodríguez Cabañas(1) y narrado muy bien por Salustiano Gutiérrez Baena en un estudio que realizó en 2011(2). Hoy amplío aquel interesante preludio independentista, gracias a las valiosas actas de la Diputación, milagrosamente conservadas(3). Preconizaban poner en actividad agraria las dehesas de Propios y los Baldíos, que, pese a ser llamados del Común, solo eran gozados por los pocos ganaderos que, poseedores de grandes piaras, podían aprovecharlos. De ahí aquella política iniciada de repartos de tierras en arrendamiento o en cesión con el canon correspondiente.

La Diputación gaditana, en junio de 1821, piensa y promueve la creación de un nuevo pueblo en el lugar llamado Casas Viejas y para ello proyecta el reparto en suertes de una gran extensión de tierras baldías al levante del término de Medina Sidonia. Envía el proyecto a Madrid y Las Cortes lo aprueban Y tres meses después, 26 de agosto, se recibe la Real Orden aprobatoria, para ponerlo en acción.

El plan de acción de la Diputación gaditana se resume en varios puntos: Que se proceda inmediatamente a llevarlo a cabo y para ello se comisiona al diputado Sr. Montes de Oca para gestionarlo "a la mayor brevedad posible, según lo espera la Diputación de su celo y amor a la causa pública". Que el Ayuntamiento de Medina nombre a dos comisionados y que "actúe con la más eficaz cooperación, demostrando su celo constitucional y estar destituido de los errores de algunos pueblos, que pretenden sostener la despoblación para gozar de grandes términos...".

Consistía en repartir las tierras en 150 suertes entre otros tantos nuevos pobladores. Y lo piensan y planifican bien, teniendo en cuenta que los braceros carecían de todo y que para salir adelante precisaban ayudas de todo tipo. Y así, para que pudieran empezar, dan a cada uno de los agraciados 10 fanegas de trigo de siembra, al estilo de lo que hacía el Pósito en cada pueblo. Tendrían que devolverlo poco a poco, a razón de tres fanegas en cada uno de los cuatro años siguientes y de esta manera no les resultara gravoso. Con el sobrante, crear un depósito, para un fondo común que ellos manejaren y sirvieran para otros nuevos pobladores. Las 1.500 fanegas de trigo necesarias se habían de comprar a expensas de la propia Diputación con sus fondos.

Y se piensa en todo, no sólo en los próximos agricultores. Se va a arrendar una parte de tierras y con su producto, hacer frente a las 240 fanegas asignadas al maestro de escuela, al médico y al boticario, tres pilares, tres servicios elementales que los diputados ven precisos para la nueva población. Y más, con ese dinero también para la construcción de edificios públicos. Y que incluso la Depositaria de la Diputación arbitre medios, para proporcionar aperos de labranza a los nuevos labradores.

Y más: " que las 140 fanegas asignadas para el cura y mantenimiento del culto, no pudiendo este año establecerse la parroquia, por no estarlo el pueblo, se den a un eclesiástico de acreditada virtud y acrisolado amor al sistema constitucional, que elegirá la Diputación y pedirá al Ilmº Sr. Obispo la autorización. Para que, sirviendo de capellán, distribuya entre tanto el pasto espiritual a aquellos labradores". Obsérvese la precaución de los diputados, conocedores del percal, como eligen ellos al cura, sabiendo que entre la clase clerical abundaban muchos anticonstitucionalistas. A este respecto y en la misma época hay una curiosa instancia a la Diputación, solicitándose nada menos que en el Seminario gaditano de San Bartolomé se creara una cátedra de Constitución. Y en agosto de 1822, ante unos ataques que se han producido al sistema constitucional, envía una circular a todos los Ayuntamientos para " que se informe sobre la conducta de los eclesiásticos sospechosos, que haya en el pueblo".

Por último, se insta al Ayuntamiento de Medina a "que noticie el acuerdo del modo más solemne y haga conocer al pueblo los beneficios que experimentarán por una medida tan interesante al bien público. Y que con el diputado Sr. Montes de Oca procedan con el celo y la actividad propia de su patriotismo y amor al bien público".

Pero el Ayuntamiento se opone. Además de anunciarles que van a perder una parte importantísima de su término, de lo mejor, choca con los intereses de los grandes propietarios, los ganaderos que han sido siempre los que podían beneficiarse de aquellos terrenos con sus ganados. Y empieza a poner pegas. Y alega que tiene problemas para llevar a cabo el expediente de apeo, medición y división de suertes. La Diputación amenaza con castigo y le ordena que las tierras de Casas Viejas no entren en el arriendo, que se hace con las demás tierras.

Mas Medina sigue oponiéndose y a tanto llega, que se da parte al Jefe Superior Político, para que "ponga una multa de 50 ducados a cada individuo del Ayuntamiento que se oponga o presente algún estorbo directo o indirecto". Y no para ahí la cosa: " si es preciso se requiera a la Comandancia General de la Provincia, el auxilio de la Fuerza Armada, para que no queden ilusorias por más tiempo, las disposiciones de la Diputación"

La cosa se pone fea y deciden, antes que la sangre llegue al río, ir al mismo Medina y tener una reunión, un Cabildo abierto, en presencia del Jefe Superior Político, los diputados Istúriz, Montes de Oca y Zulueta, para oír al pueblo y al Ayuntamiento. Así se hace el día 28 de Septiembre. Debió ser un Cabildo memorable, donde todo ciudadano tenía derecho a hablar y exponer sus ideas. Siempre me ha llamado la atención, cuando leo en una vieja crónica esto de los Cabildos abiertos. Pues bien, se llegó a un armisticio. Para calmar al pueblo y evitar los perjuicios que reclamaban, se reducen los términos de la propuesta. Y de todo ello se da cuenta al Gobierno.

Como dato curioso, en la misma época la Diputación inicia también un trámite para hacer lo mismo en Facinas, dado que la distancia entre Vejer y Tarifa ( entonces Barbate no existía) es muy grande y " mirando como uno de los medios más eficaces de promover el adelanto de la agricultura, el establecimiento de nuevas poblaciones".

Al año siguiente, en 1822, vuelve a recordarse a Medina el envío urgente del expediente "con la clasificación de los solicitantes de terrenos, bajo pena de 500 ducados, que serán aplicados a los gastos de la nueva población". Para comprender el tema, hay que señalar que no sólo era Medina el pueblo que ralentizaba los repartos: eran casi todos, hasta el extremo de que la Diputación les conmina a realizarlo en el plazo de 30 días (estamos en enero) con el apercibimiento de "multarlos con 1.000 pesos mancomunados a los concejales".

Y como el Ayuntamiento no contesta, se le dice al comisionado Sr. Montes de Oca que "proceda ya, para no más retraso inmediatamente al reparto de suertes, precisamente entre jornaleros del campo y labradores pequeños, aunque posean de una hasta cuatro yuntas, con tal de que no tengan otra propiedad". Hacen hincapié en que el "reparto no es para propietarios y particulares de facultades, sino para goce de las clases menesterosas". Y en conclusión. por Real Orden, el 2 de marzo, se aprueban las disposiciones de la Diputación sobre el reparto de los baldíos en la nueva población de Casas Viejas.

Se producen reclamaciones, entre otras que se excluyan 21 de los peticionarios porque "han de estar en proporción para situarse con sus familias en aquel campo, a fin de que llegue a realizarse la población". Hay otra petición del mismo Ayuntamiento, proponiendo el establecimiento de una barca pasaje sobre el río Barbate y que al barquero se le dé una suerte en Casas Viejas. En una reclamación del 29 de Abril de 1822 se excluyen a varios de los beneficiarios: uno porque era nada menos que el secretario del Ayuntamiento, otros porque, "teniendo mayor fortuna, no es de esperar se trasladen a la población nueva, gozando más en la ciudad. Y que los herradores, herreros, albañiles y zapateros sí pueden estar incluidos, así los que por descuido involuntario no estaban antes, se incluyan en el nuevo sorteo".

Y una curiosidad: se propone que a cada uno de los cuatro primeros colonos que labren en el sitio sus casas, se les den dos mil reales. Y que se los de el Ayuntamiento, detrayendo la cantidad de la cuota provincial que ha de pagar. Hay que imaginarse como le caería al Ayuntamiento la orden, que, por otra parte, sigue "con nuevas y frívolas excusas", no haciendo ni caso del diputado, sin informarle de los expedientes.

Y la última noticia que aparece sobre el tema, 24 de enero de 1823: "que el Ayuntamiento ingrese en la Depositaria la cantidad de los cuatro premios de a dos mil reales que debe darse a los primeros colonos que en aquel sitio labren sus casas y los honorarios del capellán que celebre la misa en la Iglesia de aquel territorio".

Y tras esto, silencio. Ya se sabe que los Cien mil Hijos de San Luis repusieron a Fernando VII en su absolutismo y lapidaron a los liberales, sus leyes y programas. Todo volvió a sus antiguos fueros y, con ellos, se malogró que Casas Viejas naciera como nuevo municipio de la provincia de Cádiz. Pero quedó escrito el intento y la ilusión de aquellos hombres de hacer justicia y repartir legal y ordenadamente los llamados baldíos para una próspera agricultura. Benalup no nació entonces, pero nació.

1.- Historia de Benalup. Antonio L. Rodríguez Cabañas, Diputación de Cádiz (1985).

2.-Salustiano Gutiérrez Baena. historiacasasviejas.blogspot.com.es. (Octubre 2011).

3.- Actas de la Diputación Provincial de Cádiz. (1821, 1822 y 1823).

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