ESTAMOS de enhorabuena. Nos congratula que el Ayuntamiento de Cádiz, con el impulso de la alcaldesa, proclame que la ciudad de Cádiz no va a prosperar si no lo hace con la Bahía y que una su estrategia a la de la provincia. Nos parece que da en la diana cuando apuesta por Cádiz como puerto logístico situado en el importantísimo nodo del Estrecho que forma parte del cinturón central de comunicaciones que pasa por Panamá, Suez, Hong Kong, etcétera. Son ideas que el Foro de Debate Cádiz 2012 viene machaconamente pregonando desde su fundación, hace ya seis años.

Pero para que esto no sea un sueño imposible o pura palabrería, se precisarán las infraestructuras adecuadas y una política, de ámbito nacional y autonómico, muy firme, encaminada a ello. Además del empeño decidido de instituciones, tejido productivo y sociedad locales.

Y si hablamos de infraestructuras tenemos el deber de señalar, como venimos haciendo todos estos años, que la nueva terminal de contenedores tiene que ubicarse en el Bajo de la Cabezuela. Colocar una moderna terminal ahogada por la ciudad, en sus comunicaciones terrestres, es apostar por la medianía, es condenar el futuro del Puerto de la Bahía y tirar al mar el dinero que no tenemos y la posible ventaja competitiva de la logística de la zona. Sería un enorme error histórico.

Lamentamos decirlo, sin esto Cádiz tiene poco que aportar a una posible plataforma logística donde figure Algeciras. Es la primera condición para que podamos seguir hablando con seriedad del futuro logístico. Si no es así, no perdamos el tiempo, podremos hablar de otras cosas pero no de aventura internacional.

A esta terminal habrá que añadirle el polígono logístico de Las Aletas. Las Aletas y la terminal de contenedores se necesitan y se complementan. Del mismo modo habrá que sumar a la fiesta la Zona Franca, en la que será capital su ventaja aduanera y que tendrá que ir renovándose sustituyendo actividades industriales maduras por otras innovadoras. Será básica la suma de la Universidad que aportará la imprescindible inteligencia de I+D+i, y la formación profesional especializada en logística. Con estos mimbres y el espacio que sea necesario en la Bahía, Cádiz aportará la logística, algo que hoy no pueden aportar Algeciras y Tánger.

Pero desgraciadamente no hemos acabado de enumerar necesidades. Todo esto no será posible sin las correspondientes infraestructuras de transporte. Hoy y siempre, lo que no está unido por comunicaciones no existe. Y no nos engañemos, en materia de comunicaciones la política nacional y autonómica están ignorando a Cádiz.

Todo parece enfocado desde Madrid y Sevilla a dotar al Puerto de Algeciras de buenas comunicaciones por carretera y ferrocarril con Europa. Algeciras sí que va a estar incluido en la infraestructura europea del corredor ferroviario Mediterráneo. El ferrocarril Bobadilla-Algeciras con desdoblamiento, ancho europeo y carácter de AVE se está construyendo en varios tramos. Algeciras se ha incorporado al Madrid Plataforma Logística donde están incluidos el Puerto Seco de Coslada y Madrid-Abroñigal (Puertos del Estado y RENFE respectivamente). Igualmente, con la iniciativa de la Junta de Andalucía, el Puerto de Algeciras ha convenido con la Plataforma Logística de Zaragoza (PLAZA) la incorporación al posible eje prioritario europeo Sines/Algeciras-Madrid-París. Todo ello favorece las conexiones y el futuro del Puerto de Algeciras. Y es deseable y acertado, siempre que estos pasos no ignoren y aislen, como hasta hoy, el puerto de la Bahía de Cádiz. Como lo hace, sin ir más lejos, la carretera de Los Barrios a Jerez.

Los puertos de las dos bahías pueden ser complementarios y pescar y crecer en la potente y prometedora área estratégica del Estrecho. Hoy en el mundo todo es transporte y el modo de transporte que va a seguir creciendo es el del contenedor. Puede haber actividad para todos.

Pero hablábamos de la necesidad de otras infraestructuras. Para que la Plataforma Logística de la Bahía de Cádiz sea algo en ese mundo de la logística y pueda sumar en una asociación con el Puerto de Algeciras y con Jerez, se necesitan, además de lo mencionado sobre la correcta ubicación de la terminal de contenedores y Las Aletas, todas las infraestructuras ferroviarias y de carreteras que las cabezas pensantes y responsables de Cádiz, incluida la alcaldesa, están reclamando.

Las enumeramos a continuación sin que el orden indique prioridad. Son convenientes todas. El desdoblamiento San Fernando-Algeciras, el corredor ferroviario entre las dos bahías, el ramal ferroviario de La Cabezuela, y por supuesto la Alta Velocidad hasta Cádiz. Cádiz debe estar física y oficialmente incorporado, con Algeciras, al Corredor Mediterráneo y al eje central que conducen a Europa. Y es importante y urgente lo de 'oficialmente' porque lo que no se menciona, lo que no se expresa, no se hace realidad. El futurible enlace fijo del Estrecho no debe sorprender a Cádiz fuera del circuito. La Cabezuela, la cercanía del Estrecho y la vía marítima, ya las puso en Cádiz la geografía. Sería una irresponsabilidad desaprovecharlas.

Felipe González consiguió para Sevilla el AVE y la Expo. Los gobiernos de Cataluña, Valencia y Murcia se unieron para conseguir que el corredor ferroviario europeo integrara sus puertos. El presidente Bono se enfrentó a los gobiernos de distinto signo para que las autovías y la alta velocidad que unen Madrid con Levante no dejaran abandonados a Cuenca y Albacete. Los distintos gobiernos catalanes han logrado que sus cuatro capitales estén unidas por autopistas y han conseguido que el AVE pase y pare en sus cuatro cabezas de provincia. ¿Quién ha defendido a Cádiz, en estos años, en aventuras similares?.

Sería prometedor para Cádiz que las instituciones públicas y privadas se unieran para tomar las riendas de una correcta colocación de la terminal de contenedores y para dar el empuje necesario a las otras citadas infraestructuras de comunicación, como camino para que Cádiz sea alguien en el atractivo mundo de la logística. Sería conveniente que la Junta de Andalucía abandonara su tradicional 'beticentrismo' y dedicara más atención y medios al progreso de la Bahía y no propiciara el largo letargo en que está sumida.

En tiempos de crisis económica es obligación de todos fabricar nuestro futuro para que no nos venga dado. Y para ello hay que pensar, debatir, planificar e incluso proyectar el sistema de infraestructuras que haga posible ese futuro elegido.