Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

 EL gran maestro Iñaki Gabilondo dijo una vez que antes que periodista hay que ser ciudadano, motivo por el cual fue considerado paradigma del buenismo. Si bajamos el balón al pasto como aconsejaba Di Stefano, los trabajadores de la basura deberían considerar que antes que trabajadores son ciudadanos, o al menos al mismo nivel. Si tratan a la ciudad y a sus vecinos con hostilidad no pueden pretender que alguien les ofrezca su apoyo. Por supuesto que es rechazable el uso de la violencia y más contra trabajadores que hacen uso de un derecho conseguido después de más de un siglo de lucha. Lamento profundamente el atentado contra el portavoz de los trabajadores ocurrido ayer mismo. Hablo con conocimiento de causa: el ejercicio de un derecho no puede conducir a la vulneración de la intimidad o la agresión. Espero que encuentren y castiguen al agresor. Todo lo anterior no quita para que, a mi modesto entender, los trabajadores de Sufi-Cointer no tengan razón. Tienen derecho, pero no  razón según lo veo yo. A los 45 millones de españoles nos han recortado derechos laborales y nos han subido todo tipo de impuestos. A los pensionistas les congelaron sus pensiones, a los pacientes  prestaciones, a los docentes y a los alumnos condiciones educativas, a los funcionarios nos han quitado una paga después de habernos reducido el salario hace dos años. Así está España por lo que en mi  opinión no se puede poner una ciudad patas arriba por unos pocos puntos de subida en el convenio en un momento  de grave recesión, de la misma manera que el Ayuntamiento no debe echar a la ciudad contra los trabajadores de la limpieza. Hay que aceptar que la gente haga uso de sus derechos y la huelga es uno de ellos aunque se haga cuando más daño se causa. Cosa diferente es que ni al Ayuntamiento ni a la mayoría de los ciudadanos les parezca bien y así lo expresen. Faltaría más. Creo que los propios trabajadores tenían que haber entendido la situación de España y el momento que vive Cádiz para haber pospuesto su huelga. Pero han decidido lo contrario y no queda más que respetarlo.

Asunto distinto es el comportamiento de la gente en Cádiz  con una falta de civismo sorprendente. Todo el mundo sabe que durante estos días hay importantes aglomeraciones, una huelga y pleno verano. Aún así la mayoría tira envoltorios al suelo, depositan en las calles todo tipo de basuras y se comportan como si vivieran en la luna. Las sugerencias hechas en el bando municipal deberían haber llevado a los ciudadanos a extremar su comportamiento: no tirar al suelo desperdicios, no sacar la basura nada más que en casos extremos y llevarla a los contenedores, sacarla solo por la noche, si se puede llevarla al Punto Limpio. Es decir, actuar como si la ciudad fuera su casa. No se puede reclamar a la administración que  intervenga y comportarse a la vez como auténticos guarros. Da vergüenza ver las calles de la ciudad estos días. No sé qué pensarán los visitantes pero a cualquiera de los gaditanos se nos debería caer la cara de vergüenza.

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