EN TRÁNSITO

Eduardo Jordá

¿Gran país?

DURANTE la última campaña electoral se ha repetido mucho que España era un gran país y que saldríamos adelante con el esfuerzo de todos. Pero yo tengo mis dudas. Para empezar, ni siquiera tengo muy claro que seamos capaces de entender lo que significa el esfuerzo colectivo, por la sencilla razón de que no creemos en ningún tipo de esfuerzos colectivos (a no ser que se trate de organizar botellonas o romerías o partidos de fútbol). Un gran país es aquél que demuestra poseer un alto grado de civismo y una poderosa sociedad civil, además de unos modos exquisitos en la convivencia ciudadana. Y me temo que no tenemos nada de eso, ni sociedad civil ni civismo ni respeto hacia nuestros vecinos.

Repasemos algunos detalles. Hay miles de ciudadanos que no se molestan en recoger las cacas de sus perros, y encima se indignan si alguien les llama la atención porque la limpieza de las vías públicas se paga con dinero de todos. Y hay miles de ciudadanos que ponen la tele a todo volumen a las dos de la mañana, sin preocuparles el derecho al descanso de sus vecinos. Y hay mucha gente que no tiene ningún apuro en colapsar las urgencias hospitalarias por un simple resfriado. Y hay muchos trabajadores que falsifican bajas laborales para escaquearse del trabajo. Y hay muchos empresarios que sólo piensan en beneficiarse con ayudas públicas y desaparecer lo antes posible sin dejar rastro. Y hay muchos trabajadores autónomos que nos preguntan, guiñando un ojo, si queremos la factura con IVA o sin IVA ("sin IVA, por supuesto", les contestamos). Y todos conocemos a gente que se considera muy lista porque no paga impuestos, y lo peor de todo es que lo consigue.

Recordemos que hemos tenido un presidente de los empresarios que dirigía un imperio de empresas quebradas, y unos sindicatos que organizaban cursos de formación fraudulentos pagados con dinero público. Recordemos que tenemos un yerno del rey involucrado en un asunto muy turbio, así como docenas de financieros implicados en operaciones igual de turbias. Recordemos que hay muchos bancos y cajas que han quebrado por una gestión trapacera que era conocida por mucha gente y que jamás hubiera sido permitida en un país serio. Recordemos que los peores programas de La Noria tienen dos millones y medio de espectadores. Recordemos que hay alumnos de ESO en los que se han invertido miles de euros en fondos públicos, pero que no saben construir una frase con un mínimo de lógica gramatical. Y recordemos que hemos alcanzado los cinco millones de parados sin que ningún partido haya propuesto la idea de formar un gobierno de unidad nacional para luchar de forma coordinada contra la crisis. O sea, que puede ser que seamos un gran país cuando jugamos al fútbol. Y nada más.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios