Alberti y Falla. Turina y García Lorca. Albéniz. El califato, los cantes de ida y vuelta, muchachas lánguidas en las azoteas, las terrazas de El Puerto de Santa María... El mar, la mar... El mediterráneo viejo y sabio... Javier Ruibal puso sobre la mesa las fotografías de su mundo fabuloso, de nuestro mundo fabuloso, para explicar (siempre es tan difícil...) lo que ocurrirá esta noche en el Gran Teatro Falla cuando el trovador portuense y la Orquesta de Córdoba completen su Sueño.

Completen, digo, porque Sueño, además de ser un espectáculo pensado para el directo, es el germen de un disco cuya grabación arrancó en el estreno del recital en el Festival de la Guitarra de Córdoba y que culminará hoy en el Gran Teatro Falla.

Pero Sueño, sobre todo "era un sueño que yo tenía desde hace mucho tiempo", confiesa Ruibal durante la presentación, presidida por Gabriel Almagro, del montaje enmarcado en el VIII Festival de Música Española, que cuenta con el apoyo del Consorcio para el Bicentenario y de la Consejería de Cultura. "Se titula así por el poema de Rafael Alberti y porque creo que, afortunadamente, todavía vivimos en una tierra donde esas ensoñaciones todavía son posibles de acariciar", anheló.

Sueño donde Ruibal, con los músicos de la Orquesta, los arreglos de Javier López de Guereña y la dirección orquesta de Oliver Díaz (para todos ellos tuvo buenas palabras), reúne "los tres frentes fundamentales" en los que se ha desenvuelto con la música. "En el centro está la música andaluza con mucho sabor flamenco y al mismo tiempo he ido buscando encuentros de esa música con la música del Caribe, que es nuestra también con los cantes de ida y vuelta, y la música norteafricana, pues indudablemente la influencia que heredamos del califato sigue estando en nuestra música. El último frente es el más mediterráneo y exótico que busca más a Oriente", desarrolla el compositor que materializa estos conceptos en "tres grupos de canciones" y que además interpretará el poema Sueño de Alberti, su habitual pieza donde se unen dos obras de Lorca, "una sorpresa que no quiero desvelar", dice sugerente, y "un estreno", una nueva incursión en el mundo de Erik Satie "porque de vez en cuando me dan unos ataques de soberbia", exagera, "y me atrevo a ponerle letra". Versos que, esta vez, miran a una "ciudad-dama que no siempre es bien tratada, Granada".

Todo ello pasado por el tamiz del "impresionismo español", define. Y es que los arreglos del maestro López de Guereña son un homenaje "a Manuel de Falla, a Turina, a Albéniz", enumera Ruibal. "Lo que ahí resuena es todo ese sabor de música tan avanzada y culta en su momento y tan enraizada con lo que era lo español o lo andaluz, que es prácticamente decir lo mismo".

El cantautor es consciente de la "expectación" que se ha levantado en Cádiz con este concierto. No en vano, la delegada provincial de Cultura de la Junta, Yolanda Peinado, recuerda que este recital "es el más demandado por el público en cuanto a las peticiones de localidades". Pero Ruibal sólo espera "que el concierto esté al nivel de un festival como éste".

Desde luego, para Reynaldo Fernández, el director del festival, sí que lo está ya que define la propuesta como "un crisol de poesía, música popular, música culta y un concierto atractivo y original" que casa a la perfección con el espíritu de una cita "donde siempre hemos intentado unir diferentes artes", dice.

Tras su paso por el Falla, Sueño participará en el Festival de Música y Danza de Granada, "lo tocaremos también en Sevilla" y en el mes de marzo en Cataluña con la Orquesta de Sant Cugat, tal como relata un ilusionado Ruibal.