Francisco Oda ha sido la persona escogida por el Instituto Cervantes para dirigir su sede en Gibraltar, que comenzará a funcionar este año. La creación de esta sede forma parte del primer paquete de acuerdos que el Foro de Diálogo sobre el Peñón logró cerrar en 2006 en Córdoba.

-¿Qué supone ser el director inaugural del Instituto Cervantes en Gibraltar?

-Todo un desafío porque no existe experiencia previa. Mi labor al frente del Instituto Transfronterizo puede servirme de antecedente más inmediato y me ayudará a seguir el camino que demuestre que deseo imprimir al Cervantes de Gibraltar un perfil muy profesional. Como profesor titular de la Universidad Rey Juan Carlos, he trabajado durante muchos años en la gestión académica y cultural, en el Transfronterizo, en la Universidad y en la Escuela Diplomática, y eso es lo que mejor sé hacer. Es un honor y un privilegio estar al frente de esta institución tan prestigiosa y trabajar con los gibraltareños supone un gran reto y una gran responsabilidad. Estoy muy ilusionado, cargado de ideas y espero contar con el apoyo y la participación de todos los ciudadanos que quieran mejorar el conocimiento de la lengua y de la cultura españolas.

-¿Qué papel quiere jugar el Instituto Cervantes en el Peñón?

-El objetivo del Cervantes será difundir la producción en español de la lengua, la literatura, la poesía, las artes plásticas y la arquitectura, la música y las artes escénicas, la historia, la ciencia, el pensamiento y las ciencias sociales, el cine, la gastronomía y el deporte, de manera que permitan un conocimiento más preciso de España y de Iberoamérica entre la población gibraltareña. Aunque nos pueda parecer inverosímil, España, en algunos aspectos, es una gran desconocida para los gibraltareños y esto no es lógico que ocurra cuando compartimos tantos aspectos de la vida cotidiana.

-¿Qué actividades promoverá? ¿Hay algún esbozo de programación inicial?

-El Instituto Cervantes promoverá actividades académicas, culturales, cursos especializados de español y todas aquellas que estrechen los lazos con los gibraltareños. En este momento estamos esbozando la programación del Instituto mientras que se ejecutan las obras de reforma de la sede, que esperamos esté lista alrededor del mes de abril. Ahora, nuestra prioridad es terminar las obras de acondicionamiento de la sede para que pueda ser utilizada por los gibraltareños.

-¿Cómo cree que va a ser recibida la apertura por los gibraltareños?

-Espero que sea recibida con la misma ilusión que yo estoy poniendo en el proyecto. Es muy positivo que una ciudad como Gibraltar cuente con instituciones de este tipo y estoy convencido de que el Instituto Cervantes será muy valorado y querido. Los gibraltareños son muy generosos y pronto se implicarán en el proyecto. No me importará nada dedicar el tiempo que sea necesario en hablar y explicar a los gibraltareños qué es el Cervantes y cuáles son sus objetivos. Lo haré con mucho gusto y seguro que recibiré a cambio ideas y propuestas interesantes.

-¿Qué opina de las críticas que han sido vertidas por la oposición en España contra la apertura de la sede?

-Vivimos en un país democrático donde cada quien puede opinar y expresar libremente lo que considera mejor según su convicciones y formas de entender la realidad. En general, todas las opiniones son susceptibles de ser respetadas.

-Cómo valora el trabajo que está realizando el Foro de Diálogo sobre Gibraltar? ¿Es posible seguir avanzando en la cooperación a pesar de los escollos y de las diferencias irreconciliables en temas tan importantes como la soberanía?

-La puesta en marcha del Instituto Cervantes era el último punto que quedaba por activar de los acuerdos de Córdoba. El Cervantes se convierte en un claro ejemplo de cooperación en un plano que supera las diferencias y es el resultado del consenso de las partes presentes en el Foro. Desgraciadamente, muy a menudo, las tensiones en torno a Gibraltar están presentes y, en este sentido, el Cervantes puede convertirse en un elemento conciliador, un punto de encuentro sereno dedicado a la enseñanza, la cultura y la academia, que ayude a superar cualquier distanciamiento y desencuentro. Y, desde luego, yo quiero huir radicalmente de cualquier otro cometido. Sólo el tiempo hará evidente mis palabras.