Cultura

Comienza el congreso que trata las luces del XVIII sobre las tablas

  • El encuentro 'Teatro ilustrado y modernidad escénica' analiza el género dramático en la España de la Guerra de Independencia

Tras los Pirineos, las luces vinieron a toparse con más tinieblas. No debió ser tarea fácil implantar sensatez y principios universales en una España como la de finales del XVIII. El 'choricero' de Godoy era vilipendiado, sobre todo, por moderno. Los principios avanzados llegaban bajo la no muy amigable forma de bayoneta francesa y la libertad, para asombró de nadie, terminó sucumbiendo ante cadenas celestiales. El cambio de siglo alentó una realidad esquizofrénica -que soñaba y producía engendros, sí- y que dibujaría el mapa de nuestra historia desde entonces hasta ahora.

Toda esa tensión, todos esos enfrentamientos, se vieron reflejados en el teatro del periodo. Es esta realidad la que pretende recoger el Congreso Internacional Teatro ilustrado y modernidad escénica, que comienza hoy -con la intervención de René Andioc, catedrático emérito de la Universidad de Perpignan-, en la Facultad de Filosofía y Letras.

Organizado por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y el Consorcio por la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812, en colaboración con la UCA, el encuentro pretende abordar desde distintos ángulos lo acontecido en la escena teatral que vio surgir la Guerra de Independencia -un hecho que además, propiciaría el llamado "teatro de urgencia", de carácter patriótico y nacionalista-. Desde hoy y hasta este sábado, acudirán al Congreso expertos de la escena española -Eduardo Vasco y Ernesto Caballero, de la Compañía Nacional de Teatro Clásico o los autores Luis Riaza y Jerónimo López Mozo - y del ámbito académico nacional e internacional - Ana María Freire, catedrática de la UNED o Luciano García Lorenzo, del CSIC-. Por su parte, y dentro también del ciclo de conferencias, Fernando Arrabal hablará, en la tarde del sábado, sobre su Idea de la Modernidad en el Teatro.

El estreno de La Comedia Nueva o El Café de Fernández de Moratín, que pone en pie la Compañía Nacional de Teatro Clásico y que se representa hasta el día 22 en el Aulario La Bomba, se integra también en este encuentro. Una pieza con la que su autor pretendía rebelarse contra los modelos tradicionales de teatro y en la que, como apunta el profesor Alberto Romero, se introduce novedosamente el espacio del café: ámbito que se revelaría como auténtico sumidero de las mentes más brillantes de la época.

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