Cultura

La historia 'ninguneada' de Cádiz

  • La ciudad cuenta con numerosos puntos negros, con lugares de gran interés partimonial abandonados a su suerte ADIP señala algunos de estos despropósitos

Cádiz desaprovecha su historia. La ciudad más vieja de Occidente, la trimilenaria fundada por los fenicios y amada y paseada por las numerosas civilizaciones que no dudaron en quedarse a vivir, no luce dignamente su pasado. El de numerosos vestigios abandonados a su suerte por numerosos rincones de la ciudad, desde donde acaba San Fernando hasta la Caleta. Es la historia ninguneada de una ciudad con un enemigo claro, la desidia de las admnistraciones competentes, de todos los colores, de ahora y siempre, que no terminan de entender que sin nuestra historia no somos nada. Y no es cuestión de dinero, sino de perspectivas, de falta de miras, de recomponer el camino que ponga en valor el patrimonio, bien desde la misma autogestión ciudadana -que siempre es mejor que el abandono-, o con el fin de una era que sirve en bandeja y gratuito nuestro patrimonio al turista.

Un simple recorrido por la ciudad de la mano de Javier Rivero, de Adip (Asociación para la Investigación y Difusión del Patrimonio de Cádiz) y de Eugenio Belgrano, presidente de la Asociación de Investigación del Subsuelo gaditano, es suficiente para ver cuánto despropósito. Inicia la ruta.

Desde Cortadura

Desde el mismo Río Arillo hasta Cortadura hay diferentes puntos negros del patrimonio gaditano. Allí yacen a su suerte las marismas de Cádiz, con su conjuntos de molinos de marea, la casa salinera y pozos noria en estado ruinoso.

Pero el trayecto que discurre paralelo a la playa también ofrece un trozo de la calzada romana, enterrada entre las dunas, que casi nadie conoce, cerca del Chato. "Hasta seis tramos hay, y pueden verse incluso sillares que han sido reutilizados para otras construcciones", puntualiza Javier Rivero, que junto a Adip ha realizado rutas por la zona.

El fuerte y las fortificaciones de Cortadura, con glacis incluidos "y reventados", son otros de los grandes olvidados, abandonados, convertidos en zona de aparcamientos o vertederos.

Zona Franca

Uno de los puntos más llamativos de este circuito de nuestro patrimonio ninguneado llega al recinto interior de la Zona Franca, que fue designado como "enclave arqueológico". Sorprendentemente -por la nula afluencia de visitantes y lo insólito del lugar- se instalaron allí los restos de una villa romana localizada en San Severiano. Entre los restos que se pusieron en valor se encuentran una fuente romana en buen estado conservación, además de reproducción de capiteles, "ahora en mal estado, pues no se hizo nada más desde entonces. Hay focos fundidos e tiene incluso cartelas con información errónea".

Puntales y Aguada

Cerca, en Puntales, los defensores del patrimonio demandan la difusión de los valores de la fortificación de este barrio, más allá de sus fiestas anuales, del mismo modo que solicitan la divulgación de la existencia de la batería de Segunda Aguada, que fue visibilizada gracias a su asociación de vecinos. En la primera Aguada, cerca del colegio Villoslada, se consiguió también salvar una batería que permanece en una fosa, aunque sin cartelería, una práctica muy habitual en la ciudad. No informar.

Varela y Asdrúbal

Es una aberración que ambos lugares -Erytheia y Kotinoussa- sean utilizados como parques infantiles y canino, respectivamente. La falta de pantallas protectoras deja a los restos arqueológicos expuestos cada día a las defecaciones de perros sobre los enterramientos y las pisadas de los niños sobre la villa romana. Son conceptos de parques incompatibles, por lo que desde Adip y la Asociación del Subsuelo defienden "que se convierta en un museo arqueológico al aire libre que sea vigilado y mantenido. Si no puede hacerse cargo la administración pública, que lo saquen a licitación. Éste puede ser un buen lugar para trasladar los restos arqueológicos similares que aparecen en otras zonas de Cádiz", asevera Belgrano. Por cierto que, recientemente, se sumaron nuevos enterramientos al de Kotinoussa y tampoco tiene cartelería, y parte de la existente está en mal estado.

En Asdrúbal se extiende otro punto frágil de nuestro patrimonio. Fragmentos del acueducto romano más largo de Hispania están allí "y ni siquiera está indicado en la zona". Por si fuera poco, recientemente ha aparecido con pintadas. Falta de concienciación ciudadana y de información, claro está. Tampoco están señalizados los enterramientos fenicios del siglo VII a. C. "Los hay similares y apenas conocidos por los gaditanos en la calle Tolosa Latour y en Santa María del Mar", dice Rivero.

En el apartado de enterramientos, también están los Columbarios romanos, cerrados desde hace tiempo, como la Casa del Obispo.

Sistema defensivo

Si hay un emblema del singular sistema defensivo que protegía a la ciudad en el siglo XVI y XVII, éste es el torreón de las Puertas de Tierra. Esta joya cumbre de la arquitectura militar de la ciudad fue rehabilitada e inmediatamente abandonada. El paseo desluce con hierba crecida y algún resto de suciedad, aparte de no estar musealizado. "Podría ser un lugar referente, incluso con algún tipo de chiringuito en la zona". Y es que hay un serio problema con la falta de información e interpretación de nuestro patrimonio. Junto a este paseo, indigna "el estado del Baluarte de Santiago", con parte de la muralla incluso partida para instalar una pasarela de paso a la estación de trenes, y otros tantos tramos de muralla.

Y para lamentable, el estado que presenta el Castillo de San Sebastián, y los fosos del Castillo de Santa Catalina. El primero, fue la promesa sin cumplir del Doce, donde sólo se alcanzó a la rehabilitación de varias casamatas que siguen cerradas. "Este tipo de equipamientos que están abandonados, cayendo en la ruina, debería salir a licitación pública si la administración no tiene dinero. Es una pena porque quienes poseen el patrimonio o lo ofrecen gratis o mira para otro lado".

La lista que no acaba

Desde ambas asociaciones denuncian la situación de varios referentes de nuestro patrimonio. Es el ejemplo de la Casa del Almirante, "que ha sido totalmente expoliada. Se lo han llevado todo y se han cargado esta joya del siglo XVI, salvo la portada". La finca, para la que BBVA parece haber encontrado comprador, está pendiente de convertirse en hotel. En este circuito entra en juego el Arco de los Blanco, "donde también se ha desprendido un trozo de piedra" , además de numerosas acciones menores que los propios ciudadanos van denunciando a través de Adip. "Nosotros damos parte a Urbanismo cada vez que recibimos una alerta", explica Eugenio Belgrano. La última ha sido la pérdida de azulejos del convento de la plaza de Argüelles. Un caso tras otro dentro de esta propuesta de circuito que, lamentablemente, podría dar más de sí.

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