Plan C ha lanzado una nueva propuesta al Ayuntamiento de Cádiz. Coger el Museo Litográfico por los cuernos y cogestionarlo entre colectivos artísticos, sociales y el Consistorio, junto a otros "espacios desaprovechados" de su entorno.

La idea es "hacer una lectura contemporánea del Museo Litográfico", explica a groso modo Paco Cano, ideólogo de Plan C. Y así lo propusieron en la reunión que mantuvieron con algunos técnicos municipales -como el propio director de este espacio cultural- y otros agentes del sector y del barrio. Entre ellos, la recién formada Asociación de Ilustradores de Cádiz (AIP Cádiz), la AVV de Santa María, el Instituto Columela, la Escuela de Arte y otros colectivos sociales como CEPA.

"Lo que pretendemos es hacer un ejercicio de inteligencia colectiva y ver qué uso se le puede dar a las bóvedas anexas y cómo de forma colaborativa se puede acondicionar aquello y generar un proceso de reflexión que derive en la cogestión del centro y que lo convierta en un lugar de referencia para diseñadores gráficos, ilustradores y grafiteros", añade. También les interesa integrar en este proyecto las bóvedas de San Roque, "que abrió para una sola exposición, está cerrada, y ver si puede ser una parte extensiva de este centro". En definitiva, asevera Cano, "reivindicar el Museo Litográfico de forma colectiva, en medio de un proceso de reflexión".

La inmersión de estos colectivos como ilustradores y diseñadores se debe al hecho otorgarle un sentido más actual a la litografía, cuya evolución natural derivaría en estas prácticas artísticas, según explica Paco Cano. "Hay que tener en cuenta el potencial que hay en estas disciplinas como caldo de cultivo de cara a la revisión, reivindicación y dinamización del Litográfico".

Un proyecto que se ha tratado en varias reuniones y que ahora está pendiente "de que el Ayuntamiento nos valide como mesa de acción, para a partir de ahí hacer una visita a los terrenos y empezar el trabajo".

Si el Ayuntamiento acepta este nuevo órdago de Plan C, se dispondrían a crear las directrices para llevar a cabo este proceso "colectivo". Una tarea "nada sencilla que puede llevar años, incluso. En la que nos encontraríamos dificultades técnicas, jurídicas y económicas. Pero nada que con imaginación colectiva y política no se solvente", comenta.

Con este proyecto a medio-largo plazo se pretende conectar el Museo Litográfico con la ciudadanía, pues estamos ante el espacio cultural menos visitado de Cádiz, con 7.545 visitantes. El problema ha sido siempre la falta de un plan museográfico -como en prácticamente todos los museos de la ciludad- acorde a este tipo de contenidos, pues su recorrido es más bien incomprensible ante los ojos del visitante inexperto, que sólo se enfrenta a cartelas en castellano del nombre de cada objeto y el año de su creación. Este Museo de las Puertas de Tierra atesora nada menos que el valioso legado de los hermanos Müller, integrado en su mayoría por enormes máquinas de de litografía manual y auxiliar, litografías originales y más de 1.000 piedras litografiadas, con un recorrido carente de hilo argumental, salvo si la visita es guiada (y concertada). Ahí entra en juego el personal del espacio, cuyas explicaciones llenan de historias, guiños y anécdotas de la ciudad cada rincón del Litográfico. Un Museo que, sin duda, podría dar mucho más de sí con un poco más de voluntad política, aparte de la ciudadana.