Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Cultura

"Todos tenemos la necesidad de creer en lo maravilloso"

  • El autor publica con Seix Barral 'Los bosques imantados', novela en la que juega con los límites entre realidad y ficción sobre una estructura de misterio

-Los bosques imantados podría incluirse dentro del género de misterio, pero tampoco tiene fácil etiquetaje: historia, crimen, homenaje... ¿Cómo la definiría?

-Es una novela de misterio en cuanto a estructura pero que se escapa de lo clásico en el género: se escribe misterio con una serie de procedimientos y aquí, en primer lugar, hay cierto tono irónico que la aleja de ellos. Digamos que es un homenaje a toda esa literatura que también ha formado parte de mi educación sentimental, porque hay algo en ella de parodia, no muy exagerada, de visión irónica en torno a lo que es la literatura de género. La estructura de novela de misterio me ha servido, más bien, como armazón para hablar de cuestiones que me interesaban.

-Es común decir que no existen géneros superiores a otros, sino buenas o malas novelas. ¿Se traduce esto hoy día más allá de las palabras o siguen existiendo castas literarias?

-Por supuesto, una novela considerada de género puede tener también una alta calidad literaria.Y hay títulos, lo que se ha dado en llamar últimamente novelas literarias, que no pertenecen a un género determinado y que aplican unas estrategias narrativas determinadas, pero que tampoco tienen calidad. Con las obras de género ocurre que, al tirar de molde pueden tener ideas preconcebidas e inercias previsibles, y pueden ser muy flojas, claro. Pero también en el género hay literatura de calidad. Pienso que las etiquetas pueden quedar interesantes en la mesa, pero lo interesante creativamente es desviarse un poco de lo convencional. Quien se acerque a Los bosques imantados buscando una novela policíaca al uso quedará muy defraudado, porque es algo distinto, alejado de los guiños y lugares comunes relacionados con el género.

-La novela se sitúa en Francia en 1870, en un escenario que aunque no es exactamente realista (la afición al mesmerismo), podría haberlo sido. Es casi un palo por sí mismo, el del siglo XIX que pudo haber sido y no fue. ¿Qué tiene la época que resulta tan evocadora al jugar con posibles e imposibles?

-Resulta fascinante porque esa es la época en la que todo cambia, desembocando directamente en la sociedad de hoy día. La religión deja de ser algo que nos condiciona por nacimiento: algunos creen y otros no. Todo esto hace que la gente de esa época pruebe con otros caminos para suplir esa espiritualidad perdida. Por eso tiene tanta acogida el espiritismo y surgen distintas corrientes esotéricas y de pseudociencia. Esto llevará también, además de al interés por lo extraño, a la medicina alternativa a la industrial y a los gurús mediáticos. En la novela hay escenas que se escapan de lo explicable pero que podrían pasar realmente.

-Un referente común en la novela es la figura de Robert-Houdin, de quien Houdini tomó el nombre y la afición por destripar prodigios.

-Los bosques imantados nace, de hecho, de mi interés por dos figuras: Robert-Houdin y Mesmer. Y se me ocurrió juntarlas. Victor Blum, el protagonista, los reúne a los dos haciendo de Robert-Houdin su mentor y maestro y a Mesmer la figura inspiradora de su antagonista, Locusto. En mi narrativa casi siempre parto de hechos históricos reales y fantaseo luego con ellos. Robert-Houdin fue el primer mago considerado contemporáneo: se quitó la indumentaria tradicional de caperuza y capa y hablaba a la gente de manera corriente. Y fue el inventor de la magia moderna. Tenía esa teoría de la similitud entre lo real y lo falso, que es el epicentro de la novela. Lo real no tiene que ser verosímil y lo verosímil no tiene por qué ser real. Ese también es mi gran tema: el de los límites entre realidad y ficción.

-El protagonista, Víctor Blum, es un periodista que se dedica también a destripar entelequias. Pero tiene un oficio experto en ilusionismos.

-Corre el rumor de que fue un periodista parisino quien ayudó a Robert-Houdin a escribir su biografía, así que eso me dio enseguida el pie para el personaje. Víctor Blum investiga lo que sucede a su alrededor un poco por casualidad, se ve metido en estos bretes de desenmascarar fraudes porque le gusta a su periódico y a sus lectores, pero vemos que él siente una suerte de fascinación por estas cuestiones irracionales un tanto sospechosa, quizá haya en él cierta ambigüedad al respecto... No es el típico detective superdotado: tiene que recurrir más de lo que le gustaría al puro azar. Y ese es el motor de la novela, casualidad e intuición frente a racionalismo acérrimo. Que sea periodista subraya ese cuestionamiento de la idea de realidad: hasta qué punto las cosas, al narrarlas, adquieren un estatus u otro. Él es, además, aficionado a la literatura, le interesa el tema de la magia...

-¿Por qué las pseudociencias, en sus muchas mutaciones, siguen tan vivas hoy día como en el XIX? Ya no tenemos la ingenuidad como excusa.

-A pesar de la evolución de la sociedad seguimos teniendo la necesidad de que nos maravillen. Por un lado, en un plano inofensivo, a través de la ficción: el teatro, la magia, la literatura... Todos ellos son engaños pactados, un espectáculo pactado y pagado. Y por otro, está la necesidad de creer en el milagro, en lo maravilloso. La gran virtud que tienen los personajes al estilo de Locusto es que saben descubrir esa falla, esa necesidad que tenemos todos de que nos cuenten algo fantásticos, de creer en la maravilla. Si tienes una serie de creencias determinadas, si tienes un marco establecido, eso te suple ese espacio, incluso si tu religión es la ciencia. Pero la necesidad de que nos maravillen la tenemos siempre.

-Tras la lectura de 'Los bosques imantados' da la sensación de que quedan cosas por contar, o de que la historia ha de continuar en algún momento...

-Desde el principio quería que Víctor Blum fuera un personaje opaco, del que no supiéramos mucho: se esquiva hablar de su vida y de su pasado, y él mismo inventa cosas cuando le preguntan. Así que, aunque lo encontremos cercano, al terminar no sabemos mucho de él. Resulta una figura contradictoria, nebulosa. Si el personaje o la historia tienen una continuación, que no lo sé, posiblemente se irán dando más datos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios