Con gafas de sol y gesto seriamente compungido se presentó a mediodía de ayer en la bodega San Ginés Antonio El Pipa. El fallecimiento repentino de su amiga Francisca Gallardo, la inspiradora o musa del espectáculo que presentará en Jerez esta misma noche, le había dejado descolocado, "no lo esperábamos", advertía ayer. "Era una luchadora nata y pensaba que iba a superar todas las adversidades", prosiguió para, acto seguido, dejar claro que hoy "bailaré para ella".

Porque Gallardía, estrenado hace unos meses en la Bienal de Málaga, es un montaje para "derribar tópicos, representando la esencia misma del pueblo gitano, que siempre ha sabido sobreponerse a las adversidades y levantarse de nuevo, celebrando la vida", explica.

Gallardía es un espectáculo sin argumento estructurado en ocho escenas. Lo abre Gallardía por martinete y seguiriyas, interpretados por las ocho bailaoras de la compañía. Antonio El Pipa se presenta en solitario con el taranto A voces, pieza a la que siguen las alegrías Cristalina. A continuación, cobra protagonismo la Cantaora invitada, la sevillana Esperanza Fernández, por malagueñas y verdiales. La obra llega a su núcleo con el himno internacional gitano, el Gelem gelem, interpretado por El Pipa, Esperanza Fernández y el piano de Dorantes. En la recta final de este montaje, el pianista interpreta Sin muros y el Orobroy. Finalmente, sonará Gitanería, por soleá, con la voz de Esperanza Fernández y el baile de Antonio El Pipa.

Al margen de los artistas invitados, Antonio El Pipa estará acompañado en escena por un cuerpo de baile formado por Fabiola Barba, Laura Bejines, Ofelia Márquez, Pilar Ramírez, Vanesa Reyes, Margarita Ruiz de Castro y Cristina Vidal. El cante estará en manos de Felipa del Moreno, Carmen Cantarota y Sandra Zarzana, con el acompañamiento de las guitarras de Juan José Alba y Javier Ibáñez.

Previamente, el ciclo Nuevas Miradas arranca con un estreno, el de Antonio Molina El Choro. El bailaor onubense presenta Aviso: bayles de jitanos en Sala Paúl, un espectáculo con dirección de Rafael Estévez, y que cuenta con el respaldo de la Fundación Cristina Heeren.

"Se me vino a la cabeza un cartel del siglo XVIII", explicó Rafael Estévez ante los medios, tras hablar con el bailaor para dar forma a este nuevo proyecto. Y en ese cartel aparecía la recomendación que se refleja en el título. A partir de ahí, tomó cuerpo la idea de Estévez de plasmar "bailes que no se hacen ahora, pero que fueron creados por el pueblo gitano a lo largo de la historia", indicó.

Así las cosas, la nueva propuesta de Antonio Molina El Choro está estructurada a modo de "una suite de bailes', entre los que aparecen desde las Chuflas Gitanas de Garrido de Jerez y la primera bulería grabada por la Niña de los Peines, a las zarabandas afroamericanas que interpretaban los gitanos en la Venta de Caparrós en 1781. En cualquier caso, "flamenco cien por cien", aseguró el bailaor.

En escena, El Choro contará con la presencia de la bailaora Gema Moneo, los guitarristas Jesús Guerrero y Juan Campallo y los cantaores Jesús Corbacho, Pepe de Pura y Moi de Morón, a los que se suman Paco Vega a la percusión.

"Mi carrera artística comienza en Jerez", precisó Pedro El Granaíno, que estará en Sala Compañía dentro del ciclo De la Raíz para presentar su Tierra. El cantaor granadino recuerda que, tras algunos años ligado al baile de los Farruco, fue la muestra jerezana quien lo situó como protagonista para que el público apreciara su precioso metal. "Tierra es Andalucía entera, donde vivo el flamenco. De lo que yo me acuerdo cuando estoy fuera". Pedro El Granaíno recorrerá estilos como el martinete, la granaína, los abandolaos, la soleá, el taranto, los fandangos. Palos relacionados con maestros como El Mellizo, Chacón, La Perla, Mojama, Manuel Torre o Talega.