Los dos nombres destacados del cartel inaugural de la tercera edición de No Sin Música, M Clan y Mala Rodríguez, estuvieron a la altura de la primera jornada festivalera. Con creces, cumplieron con su misión, dejar bien colmadito a un público al que ayer le quedaba una nueva, y última, sesión de No Sin Música en el puerto de Cádiz. 

Si la sevillana nacida en Jerez ponía el punto y final a una noche que ya era madrugada (sobre las tres ya nos mandó María a casa bailando y tatareando sus más logrados golpeos de pluma), Carlos Tarque y los suyos pisaron el Cruzcampo Stage aún no habiendo llegado la medianoche. Si la cocinera de los mejores platos se acordó de aquella niña del barrio de San Juan, de marcar el minuto, y de todo lo malo y lo bueno que ocurre Por la noche, los M Clan vieron la luz,  sacaron a pasear a sus chicas (una prestada, claro, del amigo Stewart) Maggie y Carolina, y recorrieron con Pasos de equilibrista cada palmo de escenario.

Si La Mala María subía a la escena a una espontánea a cantar (bueno... la chica hizo lo que pudo) y a un buen puñado de muchachas a bailar su tambalea, Tarque no dudó en bajar de las tablas para mezclarse y cantar de tú a tú al sorprendido respetable.

Mala Rodríguez puso garbo (vaya imagen de la rapera con bate de béisbol en mano...) y fraseo sin respiro; M Clan se salía de todas sus letras con un conciertazo donde su vocalista tuvo a bien rememorar una noche de 1995 en el desaparecido Comix, “que tenía unas escaleras para subir al escenario...” y rescatar un trocito de entonces, Me estás atrapando otra vez, de Rot.