El yacimiento Gadir vuelve a centrar las miradas de la comunidad científica mundial. Durante el IX Coloquio Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos, el Cómico centró tres ponencias y una tarde entera de las dos jornadas y media en que ha tenido lugar.

Tres charlas dedicadas exclusivamente a Gadir, como reflejo de la importancia "de la antigua fundación tiria en el contexto global de las navegaciones, contactos comerciales y fundaciones coloniales fenicias en el Mediterráneo", así como de "las novedades que se han producido en la investigación fenicia de nuestra ciudad en los últimos años, que ha propiciado que cambie casi por completo la percepción que teníamos de ésta". Así resume Ana María Niveau, profesora del departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la UCA, los principales puntos desplegados sobre Gadir en Almería, donde se ha desarrollado el encuentro.

El profesor Diego Ruiz Mata fue el encargado de contextualizar el sistema de organización política, económica e ideológica en el entorno de la Bahía gaditana, tomando como puntos de referencia Gadir, Doña Blanca y Melkart, mientras que el equipo de investigadores del yacimiento Cómico -integrado por el arqueólogo Juan Miguel Pajuelo y Mariano Torres, de la Complutense de Madrid- hablaron de las últimas aportaciones sobre la propia excavación. Ana María Niveau integró en su ponencia toda la información y los datos histórico-arqueológicos más novedosos de cara a la "configuración de la morfología de la ciudad fenicia y su evolución", explica.

En este apartado, la profesora distinguió entre el núcleo urbano habitativo, las posibles zonas periurbanas o industriales, los puertos, la necrópolis y los distintos templos y zonas de culto. "Esto es importante porque por primera vez contamos con datos objetivos para poder intentar reconstruir cómo era la ciudad fenicia, después de tantas especulaciones, elucubraciones y teorías basadas más en el deseo de que aparecieran restos de la primitiva ciudad que una base real".

Durante la tarde dedicada a Gadir, se pusieron de manifiesto los niveles más arcaicos del yacimiento, es decir, la ocupación más antigua del Cádiz fenicio (fin del S.IX, a mitad del VIII), según apuntan los propios investigadores. En concreto, se informó del estudio de materiales arqueológicos, la cerámica antigua, y se presentó los últimos avances en el terreno de la fauna, malacofauna -consumo de marisqueo- y de la metalurgia y la siderurgia. Por citar un dato reseñable del proceso científico, que aún continúa, "sólo en dos períodos de ocupación se han localizado 21.000 fragmentos, cuyo estudio está a más del 80 por ciento", aclaran.

La novedad reside, por tanto, en incluir estos avances científicos del yacimiento y de su entorno. Concretamente, explicó a este medio el profesor Mariano Torres, se han expuesto los momentos más antiguos, el inicio de la colonización fenicia de la Bahía, al hilo del estudio de la cerámica, con especial incidencia de las relaciones comerciales con Cerdeña. "Hay mucha cerámica sarda, ánforas de vinos para su transporte, porque aún no se había desarrollado la viticultura". Como curiosidad, "se han efectuado analíticas y se han concretado el uso de los moluscos de carácter alimentario, como las cañaíllas para extraer la púrpura, como primera evidencia de su aprovechamiento".

Los análisis de los huesos de animales y la edad de sacrificio han servido para saber hasta cuándo los aprovechaban para la dieta. "Hemos podido saber que aprovechaban hasta el final". También se expuso el análisis de carbones para reconstruir el entorno vegetal y el estudio de las crétulas y las inscripciones fenicias, así como de la producción propia de bronce, hierro y plomo.