"Cuando nos encargaron versionar El Quijote para teatro, creíamos que íbamos a morir infartados". Así resume Yayo Cáceres, director de la compañía Ron Lalá, las sensaciones que les planteó un trabajo escénico que pese a aquellos primeros temores no les ha deparado más que satisfacciones sobre el escenario. En un lugar del Quijote, encargo de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, es el sugerente título del espectáculo que protagoniza la jornada de hoy en la 29 edición del Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz (FIT). El Falla, a partir de las diez de la noche, acogerá un montaje que fue creado con la pretensión de ser "un gran poema cervantino".

Porque es evidente que la primera pregunta que se puede plantear a la compañía es cómo se encaja la grandiosa, en todos los sentidos, obra de Cervantes en un escenario y cómo se resume en alrededor de hora y media de espectáculo. Yayo Cáceres explica que desde un primer momento descartaron la idea de montar un Quijote lineal y que apostaron más bien por ofrecer "un gran poema cervantino" que decidieron afrontar desde dos bases: "En la primera se encuentra la canción, el humor, la filosofía y las aventuras de El Quijote, pero no por bloques, sino que todo aparece entremezclado y agitado, pero no revuelto. Y la segunda base fue decidir que íbamos enfrentarnos a un gigante como Cervantes mirándole a los ojos, de tú a tú, con respeto pero sin reverencias".

Este trato de "igual a igual" tanto al texto como al autor les ha permitido descubrir un Quijote que encierra "una gran modernidad", pese a que Cervantes lo escribió hace 400 años, y una historia que se les ha presentado "llena de acción, aventuras e imaginación. El Quijote es como una road movie".

Yayo Cáceres señala que también decidieron realizar una propuesta en la que han utilizado "una dramaturgia paralela, de manera que Cervantes aparece en el escenario, conversa con el cura y con el barbero y les invita a que se metan en la novela". Además, sólo son cinco los actores que aparecen en escena. Dos de ellos, Íñigo Echevarría y Daniel Rovalher, interpretan a un solo personaje, Don Quijote y Sancho Panza, respectivamente, mientras que los otros tres -Juan Cañas, Álvaro Tato y Miguel Magdalena- se reparten el resto de los personajes, hasta un total de veinte.

El texto elegido para esta versión de la universal novela de Cervantes está escrito además en verso de la época, respetando el lenguaje del siglo XVII. Y todo en algo más de una hora: "Quisimos huir de hacer un espectáculo largo -explica el dramaturgo argentino Yayo Cáceres-. Se trata de una comedia con mucha presión escénica, con mucho ritmo, y creemos que el formato que hemos elegido le viene muy bien".

Hasta la fecha, En un lugar del Quijote, que se estrenó en diciembre del año pasado en el madrileño Teatro Pavón, ha obtenido varios premios y candidaturas. "Los premios no importan hasta que se lo dan a uno", confiesa Cáceres, quien se muestra encantado de regresar al FIT: "Es un orgullo participar en este festival, en un momento en el que el arte nos hace muchísima falta".