Quizás sólo somos eso, carne adobada por la experiencia, la educación, la influencia del otro que se cruza en nuestro camino... "Es increíble como sólo dos palabras pueden decir tanto", se maravilla el artista José Antonio Chanivet que escoge este rótulo como hilo conductor de quince dibujos que se exhiben en Puerto Real, ciudad natal del creador donde no expone "desde hace 20 años".

Chanivet vuelve al centro cultural Iglesia San José pero ya "no" es "el mismo". "Conceptualmente no me reconozco, creo que el que hizo aquella intervención en la sala hace 20 años tiene poco que ver con el que expone ahora", reflexiona el autor de Carne adobada, un creador "a contracorriente" de modas y esquemas que a principios de los 90 coqueteaba con los retoques digitales y que en el siglo XXI vuelve a introducir la técnica y la pureza del dibujo en el arte contemporáneo.

En esta ocasión, Chanivet nos invita a abrir "esas cajas de madera o de lata que hay en cada casa llena de fotografías y de recortes en blanco y negro", explica el creador que, cómo no, va un paso más allá y no se para en el retrato ya que prefiere trabajar "en el paisaje del recuerdo", en la "intuición de la presencia humana", a veces, o en los objetos que se convierten "en referencia, en recorte temporal" para demostrar "lo escueto del tiempo". La huella temporal, al fin, con todas sus contradicciones. Como la del autorretrato Carne adobada, el instante de El baile (I y II), la vuelta de su personaje Bob, el Cuchillo, los irreconocibles rostros de Re-trato ... Carboncillos, todos, sobre papel donde recrearse tanto en la técnica como en la reflexión que encierra cada dibujo.

José Antonio Chanivet. Centro cultural Iglesia San José. Puerto Real. Hasta el 2 de noviembre.