Cultura

Fantasía para volver del revés las fábulas

  • El autor gaditano Jesús Luciano López debuta en la novela con 'Rebelión en Las Fábulas', un texto editado por Alhulia en el que relata las mágicas aventuras de un niño de San Fernando

Para Jesús Luciano López, escribir debe ser algo así como dar la vuelta a un calcetín, buscar las costuras de un relato, de una fábula, y deshilacharlas hasta coser uno nuevo. Volver del revés, en definitiva, lo contado durante años, incluso durante siglos, para darle una nueva apariencia. Y todo a través de la fantasía y la imaginación, las dos incruentas armas con las que este autor gaditano se asoma por vez primera al mundo de la literatura y con las que ha construido Rebelión en Las Fábulas, una historia editada por Alhulia en la que Sancho, un niño de San Fernando, vivirá incontables aventuras, cada cual más mágica, en su afán por descubrir el verdadero origen de los Reyes Magos. El libro será presentado próximamente en la Universidad de Cádiz.

Nacido en Cádiz en 1967, Jesús Luciano López, licenciado en Derecho y funcionario judicial, no tomó contacto con la escritura hasta hace unos años, cuando decidió transformar su pasión por la literatura, hasta entonces recluida únicamente en el rol de lector, y enfrentarse al difícil reto de completar una historia. Sus incursiones literarias habían sido juveniles, apenas en un par de concursos escolares, por lo que avanzar de manera decidida hacia el campo de la creación no era una decisión fácil.

Apasionado, como él mismo se declara, de la literatura fantástica, cuyas páginas confiesa beberse, Jesús Luciano retomó una antigua idea casi infantil: la posibilidad de disponer de un reloj que sirviera para parar el tiempo, y que los Reyes Magos tuvieran ese reloj para que les diera tiempo de repartir todos los juguetes en una sola noche. Tamizado ese imposible deseo por el realista filtro del mundo adulto, no le quedó más remedio que echar mano de la imaginación y la fantasía para construir un relato que arranca en Cádiz y se desarrolla, fundamentalmente, en las mágicas tierras gallegas.

El niño Sancho llega a Galicia, a Monforte de Lemos, junto a su padre debido a una supuesta crisis matrimonial. El pequeño trata de encontrar el origen de los Reyes Magos y en sus aventuras se adentra en un mundo de fantasía con una rata que habla, un aprendiz de brujo disfrazado de mendigo, un duende travieso o un hada con apariencia de bruja. A ellos se unen elfos, druidas, presidiarios encantados o trolls, que aparecen y desaparecen de la tierra desde el mundo paralelo de las fábulas.

En su decidido intento de presentar la novela al premio Barco de Vapor, Jesús Luciano situó el origen de los Magos de Oriente en Girona -la población española más oriental-, pero este detalle de la novela cambia cuando, pasado el certamen literario, el Papa Benedicto XVI deja entrever el posible origen andaluz, digamos tartésico, de sus majestades. Fue entonces cuando Jesús Luciano decidió modificar su relato que adquirió así un tono más gaditano.

En Rebelión en Las Fábulas, con el tiempo literalmente parado, nada parece ser como nos contaron algún día, sino que todo ha llegado a nuestra época bastante distorsionado: los Reyes no son tres, sino doce; la tortuga ganó la carrera porque drogó a la liebre; la hormiga no trabajaba más que la cigarra, sino que era una ladrona, y la historia de Hamelin es más cruel de lo que relata la leyenda, pues el pueblo no quiso pagar al flautista el dinero acordado para liberarle de las ratas y decidió sacar del pueblo a los niños convertidos en ratas.

Y así, otras historias y personajes con situaciones y objetos mágicos, que el autor escribe al revés, y con guiños cinematográficos dedicados a El mago de Oz, Abre los ojos o Lo que el viento se llevó. Jesús Luciano estima que su novela no es un texto para niños, sí acaso para jóvenes y para adultos que alguna vez se preguntaron cómo se puede llegar a perder la ilusión. Detrás de esta novela, apunta su creador, vendrán otras partes porque Luciano López confía en que sus personajes tienen aún mucho que contar.

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