Cultura

Las historia de Casas Viejas contada desde Casas Viejas

  • La localidad celebra este fin de semana la segunda cita con las jornadas dedicadas a los Sucesos de 1933 La sociedad de la época protagoniza esta edición

Los Sucesos de Casas Viejas, comenta el historiador Salustiano Gutiérrez, constituyen un hecho histórico "famoso y conocido, pero siempre desde fuera. Desde dentro han venido generando cierta polémica, no los hemos asumido muy bien. Por eso nuestro principal objetivo es contar Casas Viejas desde Casas Viejas, contribuyendo a la difusión y normalización de los hechos dentro de la población local".

Precisamente, los habitantes de Casas Viejas serán los protagonistas de las próximas jornadas en torno a los Sucesos, que tendrán lugar del 10 al 12 de enero. Una cita que continúa la propuesta iniciada el año pasado, que se centró en los lugares de 1933. Este año, el encuentro está organizado por la Asociación Amigos de Mintz, El Hijo de la Luna, la Fundación Casas Viejas y el Ayuntamiento de la localidad, a los que se suman distintos establecimientos hosteleros. Una edición en la que los organizadores, indica Salustiano Gutiérrez, han recibido "numeroso apoyo" para que fuera posible repetir la iniciativa de 2013.

El acto de apertura de las jornadas se celebrará el próximo viernes por la tarde, con la proyección de la pieza de teatro Casas Viejas, representada en la Alameda en 1990. La proyección será una oportunidad, además, de charlar con los integrantes de la pieza, veinticuatro años después de un evento que "supuso una inflexión en el tratamiento de los Sucesos en el pueblo, con una obra que tuvo que salvar numerosas dificultades y obstáculos para su realización", comenta Gutiérrez.

Esa misma noche, también, tendrá lugar la inauguración de la exposición fotográfica Casaviejeños 1933. De la esperanza a la derrota. Una muestra que podrá verse hasta el próximo 18 de enero y que ha sido dividida en veinte bloques temáticos que irán mostrando, a través de distintos retratos, las circunstancias políticas, económicas sociales y culturales del Casas Viejas de la época. "La mayor parte de las 54 imágenes forman parte de la colección de los fotoperiodistas que acudieron a cubrir los sucesos de 1933: Campúa, Serrano, Sánchez del Pando, Gelán, Dubois o Leonardo Bononino... -comenta Gutiérrez-. Recordemos que el de Casas Viejas fue el primer suceso nacional que se cubrió con enviados, con lo que hay un sustancioso legado en ese sentido".

Esta exposición principal irá acompañada por diez pequeñas muestras en distintos bares y restaurantes que conforman el recorrido Paseo de la Cuchara y Paso Atrás: una propuesta que une al patrimonio gastronómico la reivindicación del patrimonio histórico local. Muchos estos locales están situados, además, en emplazamientos que también fueron protagonistas en el episodio anarquista. "En 2011, Arcadi Espada acudió a Benalup-Casas Viejas buscando los lugares de los Sucesos, y puso el grito en el cielo al no encontrar nada -recuerda Gutiérrez-. Pero esto no sólo ha ocurrido con los Sucesos, sino también con las chozas, las casas antiguas o las tradiciones seculares..."

Un proceso de "eliminación del pasado" que el investigador asocia, en gran parte, a los "recientes años de bonanza, en los que se asociaba lo antiguo con cosas malas, a la pobreza, a temas que había que borrar... De hecho, casi lo único que ha quedado y hemos conseguido rescatar es gracias a las fotos. El año pasado se intentaron reivindicar los escenarios: hoy en día, por ejemplo, todo el mundo sabe donde estaban el Sindicato, el cuartel... Pero esto no ha sido así hasta hace poco: la gente seguía una inercia por esconder que yo llamo la 'espiral del silencio'. De hecho, fue Mintz el que inició ese intento de recuperar la historia, y nosotros seguimos su senda".

Quizá el principal acto de los organizados en estas jornadas sea la Historia narrada de los Sucesos de Casas Viejas: una serie de representaciones a cargo de la compañía El Hijo de la Luna que, a lo largo del sábado y de domingo, tratarán de hacer entender al público qué pudieron sentir aquellos ocho hombres acorralados. "La importancia del acto se puede resumir en tres niveles: dónde, qué y para qué se representa", apunta Gutiérrez. La puesta en escena, con montaje fotográfico y vídeo, tendrá lugar en la antigua corraleta de Seisdedos, en la que los asistentes podrán unirse al conjunto de ocho hombres que intentan resistir al acoso de un centenar de fuerzas del orden.

"Digamos que el objetivo fundamental es intentar recuperar el pasado, luchar contra el miedo y que la gente sepa lo que pasó -explica el historiador-. De hecho, hasta 2005 no se sabía dónde ocurrieron exactamente los hechos... En esta obra intentaremos teatralizar, con la ayuda de fotos y vídeo, el miedo y la angustia que pudieron pasar los que estaban dentro. De alguna manera, todo ese miedo parece haber permanecido en el pueblo hasta hace poco, y tal vez esto sirva, junto a otras muchas cosas, como un gesto de terapia para que ese temor desaparezca".

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