Cultura

Galán Urréjola se adentra en el enigma de sus propios paisajes

  • La Galería Benot acoge mañana la inauguración de la muestra 'Pintura, naturaleza y quietud', en la que el pintor fusiona el barroco de sus orígenes con el arte abstracto del XXI

Pintura Galería Benot, Inauguración a las 20.00 horas. Puede verse hasta el 10 de enero. De lunes a viernes de 10:00 a 13:30 y de 17:00 a 21:00. Sábados de 10.00 a 14.00.

Harto de recorrer ciudades, Ricardo Galán Urréjola cambia de rumbo y se adentra en el bosque de sus propias inquietudes vitales y profesionales. Es así como el pintor de las grandes urbes se aleja de las perspectivas minimalistas de sus bellas ciudades para recrear su propio bosque, cuyo ramaje y enigmática presencia se extienden en su incondicional Galería Benot, donde mañana inaugura Pintura, naturaleza y quietud, que también integra una colección de bodegones.

"Todo partió de mis escapadas en moto por los Alcornocales. Siempre iba a toda leche, pero un día decidí detenerme para pintar el bosque desde dentro", explica del origen de este nuevo estadio de su obra. Tenía claro que en este nuevo viaje quería huir de todo tipo de convencionalismos, del típico bosque planteado con su flora desde fuera, y decidió entrar en la maleza con el resultado de un bosque muy Galán Urréjola, su propio bosque. "Casi no existen árboles verticales, en todo caso muchas ramas que se cruzan en horizontal", señala del planteamiento de un trabajo con el que transmite sensaciones de estar dentro, la de casi rozar la vegetación que se presenta.

Fue así como el pintor comenzó un bosque algo realista que pronto derivó en lo que ahora presenta con estas 32 piezas que trae a Benot. "Una vez que tenía casi toda la obra reparé en que volvía al barroco de los pintores holandeses y españoles con los que aprendí en mis orígenes, con las tendencias abstractas del siglo XXI". Una fusión que ha concebido como "un pequeño acto de rebeldía contra la observación minimalista", y que ha revitalizado el trabajo del autor natural de San Fernando, que define el nuevo proyecto como complejo, "porque no es fácil partir de cero con una nueva temática", pero a la vez "muy divertido y enriquecedor", señala. Y es que por cuestiones puramente técnicas "he tenido mayor libertad de acción, al no tener que ceñirme a las perspectivas de los edificios en las ciudades, lo que me ha permitido activar la creatividad y respirar un poco".

También integra en esta exposición bodegones o lo que denomina still life, término que acuña para hablar de naturalezas quietas, "no me gusta el término de naturalezas muertas", añade, "Hablar de vida quieta siempre es mejor, y de ahí el título de la exposición". Inserta así sus bodegones en sus paisajes, "y se ha complementado bien", asevera.

Un trabajo que le ha llevado todo un año, y que ha completado con el libro que bajo el mismo título de la exposición presenta junto a la escritora Ana Sofía Pérez Bustamante, que ha dibujado de poesía cada pieza del pintor.

Pero en medio de este viaje pictórico por la naturaleza, de esta bocanada de aire fresco para su producción, Ricardo Galán Urréjola ha afrontado a su vez uno de los proyectos urbanos más ambiciosos que hoy puede verse en el Castillo de Santa Catalina. Su proyecto de grandes ciudades europeas, otro gran reto que ha llevado con empeño de la mano de sus paisajes. "Ha sido un año duro, pero ahí están los proyectos que me marqué hace ya un tiempo".

Dos proyectos que se cumplen y otros por cumplir, porque cuando este artífice se empecina en algo, no se anda con rodeos. Aunque tampoco va a la ligera, primero merodea, investiga... para volcarse con todas las de la ley. Así ha sido con estas dos grandes exposiciones sobre capitales europeas y ésta que ahora muestra de paisajes, de las que ha editado dos libros, a los que pretende sumar otro para sellar una trilogía que cerraría con el mar. "Ahora me gustaría pintar el mar desde dentro... pero todavía es pronto para hablar de esto. Estoy investigando, aún no sé cómo lo voy a hacer, pero me gustaría mucho", incide.

Esto en lo que respecta a sus perspectivas a medio y largo plazo, pues entre sus próximas propuestas figura su participación el fin de semana en la Feria Pan de Amsterdam, o en una colectiva en la que actualmente participa en la Feria de Arte Contemporáneo de Estrasburgo. Además, ya está trabajando para una exposición en otra de sus galerías habituales, en Ansorena, en la que pretende combinar temáticas.

Una ajetreada racha para el artista de ciudades y ahora de paisajes, quien asegura que algo está ocurriendo en el mundo del arte, que también sufre la dureza de esta crisis, "pero que de algún modo se está depurarando", analiza. Se muestra positivo el artista, al considerar que "saldremos reforzados de ésta". En este sentido comenta que "se ha vendido demasiado la imagen del talento incomprendido y del todo vale en arte. Una obra de arte debe lucir como una esmeralda en un basurero, se debe distinguir". Y se van distinguiendo, apunta, "cayendo todo lo que dependía sólo de las administraciones y el dinero público, van cayendo las mafias culturales". Es su particular alegato a favor del arte, que defiende nuevamente desde su particular bosque destreza pictórica.

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