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Cultura

Un investigador sitúa el Pozo de la Jara al inicio de la calle Junquera

  • El libro 'En busca del Pozo de la Jara', de Eugenio Belgrano, se presenta hoy a las 20.00 horas en el Salón Regio de Diputación

Mucho se ha escrito del famoso Pozo de la Xara o Jara, uno de los pozos más importantes y antiguos de la ciudad de Cádiz, y único punto de abastecimiento de agua potable de la ciudad hasta el año 1666. Pero sólo ahora sabemos donde se encontraba realmente: debajo de una de las losas de la finca número 4 de la calle Junquera, propiedad de Francisco Fernández Mota García y su familia. Y todo gracias a la encomiable labor del joven investigador Eugenio Belgrano.

"Es un pozo de dimensiones muy grandes y su peculiaridad es la forma rectangular que tiene hasta llegar a su parte más profunda que pasa a ser circular. Con un diámetro de unos seis metros, y una profundidad de doce metros. Hicimos las pruebas químicas convenientes, y concluimos que se trataba de agua potable y cristalina", según desveló el artífice de su descubrimiento.

Fue el propio Belgrano quien se sumergió en la galería trimilenaria con el material adecuado, vista la elevada concentración de metano y azufre.

La pista de este pozo se perdió hace casi 300 años cuando ya dejó de tener utilidad. Después pasó a ser un misterio hasta que el investigador se dispuso el pasado noviembre a desvelar su verdadera ubicación. Hoy el origen del pozo aún es una incógnita debido a la destrucción de los documentos pertinentes tras el asalto del ejército anglo-holandés en 1596. Se sabe por primera vez de su existencia por los relatos de Estrabón y Filóstrato. Se ha confirmado que de él se extraían entre 8.000 y 19.000 litros de agua al día y que proveía a una población de en torno a 2.000 personas.

El pozo se creía situado en los bajos de la Casa Pemán o en la calle Veedor, a raíz de los estudios realizados en el año 1857 por Adolfo de Castro. Siguiendo los preceptos que guían a los buenos investigadores, Belgrano no se conformó y continuó por su cuenta las investigaciones. Su profesión, cuanto menos original, es la de investigador de subsuelos. Y es que en una localidad como Cádiz, que cuenta con 3.000 años de antigüedad, las huellas dejadas por las diferentes civilizaciones, desde la fenicia, la romana o la musulmana, las podemos apreciar especialmente a través del trazado subterráneo de la ciudad.

El último en tratar el tema de la ubicación del Pozo de la Jara fue el historiador José Nicolás de Enrile en su Paseo histórico-artístico por Cádiz del año 1843.

Fueron la obra del propio Enrile y las actas capitulares del Ayuntamiento en 1731 las que hicieron dudar a Belgrano del paradero del pozo. Fue entonces cuando se puso manos a la obra En busca del pozo de la Jara, precisamente el título del libro que Belgrano presenta hoy, a las 20:00 horas, en el Salón Regio de la Diputación de Cádiz. El acto contará con la presencia de Juan Ramón Ramírez Delgado (arqueólogo), Julio Malo de Molina (arquitecto) y Francisco Glicerio Conde Mora (doctor en Historia). En la conferencia también se tratarán otros casos de pozos en Cádiz como el encontrado en el sótano de la Delegación de Educación en Plaza Mina, casualmente junto al Museo Arqueólogico. Este pozo contaba con una galería de bóvedas de cañón de un metro y medio. Las aguas de éste, aunque también dulces y cristalinas, eran mucho más salubres. Belgrano ya se prepara para su próxima investigación y espera descubrir "más sorpresas".

Y es que, como ya dijo Italo Calvino en Las ciudades invisibles: "A veces ciudades diferentes se suceden sobre el mismo suelo y bajo el mismo nombre, nacen y mueren sin haberse conocido, incomunicadas entre sí".

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