Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Fito Cabrales

"Cada vez me cuesta más deslumbrarme a mí mismo"

  • El artista llega el jueves a Cádiz con Fito&Fitipaldis para inaugurar el ciclo Conciertos para la Libertad. Tras esta gira en formato acústico se dedicará a componer "en cuerpo y alma".

Pillamos a Fito "en la furgoneta". En carretera, camino de Galicia. "Vuelve a llamar si se corta, ¿eh? Que estamos cogiendo por túneles". Sencillo, buen conversador, cercano, muy cercano, el alma de Fito & Fitipaldis, Fito Cabrales, habla de sus sensaciones unos días antes de inaugurar el ciclo Conciertos para la Libertad en el Castillo de San Sebastián.

-¿Ganas de volver al Sur?

-Hombre claro, a nosotros la gente del Norte siempre nos encanta ir a Cádiz y al Sur, en general. Imagino que a vosotros también os gusta ir al País Vasco, creo que tenemos una buena relación. Algunas de las personas que llevan la seguridad en nuestros conciertos son de allí y cada vez que vamos nos miman un montón. Así que para nosotros es muy especial.

-Con este concierto se inaugura el ciclo Conciertos para la Libertad. Hoy en día, ¿para un músico es duro ser libre?

-Bueno pues exactamente igual que para un minero o para alguien que trabaja en los Astilleros. No es cuestión de libertad sino de poder hacerlo. Tenemos una sensación de recortes de libertades pero no creo que sólo sea en la música sino que va mucho más allá.

-¿Ha notado la subida del IVA cultural?

-Claro que se nota. Nadie puede decir que no, a no ser que viva en un islote. Nosotros notamos que las giras no son iguales que antes y tenemos muchos amigos músicos que no salen de gira. Nosotros nos damos con un canto en los dientes simplemente teniendo una gira aunque vaya menos gente o sean más pequeñas. Todo está interconectado. Nosotros somos músicos y estamos dentro de la cadena.

-En la gira actual ofrecen una propuesta en acústico, algo más tranquila, ¿por qué?

-Pues porque se trataba de eso, justamente, de que fuera todo más cercano. Los músicos tampoco pensábamos en eso de ir más tranquilos. Realmente tratábamos buscar un repertorio con dos finalidades, una, recuperar las canciones que hacía tiempo que no tocábamos y, en segundo lugar, era la excusa perfecta para acercarnos a la gente y usar otro tipo de lenguaje, otro tipo de instrumentos que, quizás, en una gira más de pabellones no tenían cabida. En este sentido, se han cumplido con creces las expectativas que nosotros teníamos. La gente ha respondido estupendamente, pensábamos que en los teatros, a lo mejor, la gente iba a interactuar demasiado y no nos iba a dejar ese sosiego que hace falta para tocar ciertas canciones, pero el público ha estado estupendo. Y fíjate si ha estado estupendo que hemos querido prorrogar un poquito la gira y en vez de acabarla en invierno pues hemos seguido este verano con ella.

-La selección de temas para esta gira, ¿ha sido complicada?

-Pues no es complicado. Complicado es África (ríe) pero sí es cierto que resulta difícil quitar canciones. Es fácil incorporar canciones al repertorio pero, claro, no puedes estar tocando cuatro horas a no ser que te apellides Springsteen (vuelve a reír). Pero es verdad que siempre que tienes que quitar alguna canción, y lo sometes debate, surgen discusiones entre los miembros de la banda. ¡Pero cómo vas a quitar esa! (ríe) Pero si quieres incluir canciones que no tocas pues tienes que eliminar otras más habituales, claro.

-¿Le da la nostalgia cuando interpretas esas canciones que no suele tocar habitualmente?

-Pues no sé si me pongo nostálgico... A ver, si entiendes nostálgico desde la tristeza, no. Al revés, yo creo que nos dio bastante subidón hacer esto y, sobre todo, porque muchas de ellas las hemos reinterpretado. Nos ha servido también de excusa para meter banjos, violines, mandolas, mandolinas... Entonces, la sensación no ha sido nostálgica ha sido casi como reinventarlas, de hacer algo nuevo otra vez.

-¿Le gustan más ahora o antes?

-Ahora me gustan más las de ahora. No es que reniegue de cómo estaban antes, ni que piense, joder, por qué no las grabé así. No. Porque en el momento tenían su forma y nacieron así. Pero me gustan como están las canciones ahora, me parecen más frescas y mucho más divertidas.

-Remóntese quince años atrás. ¿Qué le auguraba a esa propuesta llamada Fito & Fitipaldis que nacía entonces?

-Es difícil remontarse quince años atrás, ¿eh?.... Pero desde luego no creo que un músico o banda que empiece un proyecto musical piense, bueno seguro que alguno sí, que eso va a llegar a tal puerto o al siguiente. Simplemente tú estás trabajando, estás haciendo tus cosas y quieres hacerlas bien. Y ya está. También pasó con Platero. Éramos cuatro amigos que nos juntábamos para tocar, pues como el resto de las bandas, o por lo menos así lo concibo yo. Los amigos se juntan para tocar y van haciendo cosas y, luego pues ya llegará el éxito si es que llega. Yo ya no sé si el éxito es cuestión de arte, de cabezonería o de suerte. Supongo que una mezcla de las tres cosas. A nosotros nos fue bien con Platero. Y con Fitipaldis, pues igual, nos juntamos para tocar en sitios chiquitines y para grabar un disco y aquí llevamos quince años ya.

-¿Ha echado de menos a Platero y Tú en algún momento?

-No que va, al revés. Cuando miro atrás y me pongo a recordar lo único que veo es lo bien que me lo pasé, lo bien que lo pasamos todos, fueron momentos estupendo, fue lo más importante que me pasó en la vida. Fitipaldis es genial, es otro sueño pero, realmente, con Platero hablamos, sobre todo, de una edad en la que todo es un cambio. Con 21 años, de repente, te ves tocando dedicándote a algo que te encanta pero que para ti era pura ficción... Con Platero los cuatro conseguimos cosas que jamás habíamos pensado, a lo mejor, que habíamos soñado pero pensado en serio, no.

-¿Hoy día se podría hacer algo como 'Poesía básica' de Extrechinato y Tú?

-Eso, realmente, fue toda una idea de Roberto de Extremo. Era bastante amigo de Manolito y nos lió a todos los demás. La verdad es que ya entonces fue difícil sacarlo adelante. Desde que a Robe se le ocurrió hasta que se hizo pasó mucho tiempo. Extremo estaba de gira, luego nosotros también... Al final conseguimos reunirnos, empezamos a grabar maquetas en casa de Iñaki pero a lo mejor pasaron 4 años hasta que hicimos el disco. Y, bueno, fue una experiencia increíble, nos juntamos los amigos, fue una manera muy diferente de hacer un disco. La mayoría de los textos o las ideas estaban ya pero había que juntarse colectivamente a hacer cosas. Fue un disco muy raro. La verdad que no era normal (ríe). Eran canciones largas, con mucho desarrollo, con un tipo recitando poesía... Fue una experiencia muy chula y muy difícil de repetir, eso sí.

-¿Pesa el éxito a la hora de componer?

-No, eso es algo que también suelo hablar con otros músicos y creo que estamos todos de acuerdo. Nadie cuando está intentando hacer una canción está pensando si eso va a tener éxito. Y lo digo como incapacidad, bastante tienes con sacar adelante la canción como para pensar si le va a gustar a alguien. Uno se deja llevar por unos caminos que normalmente son acabar esa frase que estás escribiendo o esa melodía que se te ha ocurrido. Pero eso no quita que cuando ya tienes el disco y lo ves, después de haber hecho la composición, los arreglos, la grabación y toda la promo y tal, deseas que esté bien, que tenga éxito, que guste. Pero en el proceso primero, en el de la composición, es muy difícil pensar que le guste a alguien eso que están haciendo. Que le guste a alguien algo que ni tú estás seguro de que te gusta a ti. Durante la composición, el éxito es un puerto demasiado lejano.

-¿Piensa en nuevo disco?

-¡Cada día de mi vida! (ríe) Me apetece hacer disco nuevo pero sí que tengo claro que antes tengo que tener ese encuentro con la música que me lleve a escribir canciones que me parezcan maravillosas, tanto que las quiera grabar. Pero cada vez me cuesta más deslumbrarme a mí mismo, por incapacidad pura, voy perdiendo facultades. Por otro lado, tampoco tengo necesidad de grabar un disco. Ya he grabado más discos de los que pensaba en mi vida, pero sí que tengo ganas y me haría ilusión hacer otro. Imagino que cuando acabemos esta gira en verano ya me entregaré en cuerpo y alma a acabar las ideas que tengo rondando por la cabeza.

-¿No escribe cuando está de gira?

-Es raro... Antes sí lo hacía, quizás la necesidad te agudiza el ingenio. Hace años, cuando uno no podía estar parado, estabas de gira y tenías que pensar en el siguiente disco, pues había que hacerlo. Ahora me lo puedo tomar de otra forma. Cuando estoy de gira intento disfrutar de la gira. Cuando estoy componiendo, disfrutar de estar componiendo. Intento hacer las cosas con la cabeza en ese sitio y no en otro.

-Y cuando ni está de gira, ni compone, ni está grabando, ¿qué es lo que más le gusta hacer?

-Estar en mi pueblo, como a todo el mundo. A todo el mundo le gusta estar en su pueblo, en su ciudad, y bajarte a tomar el café al bar de un amigo. Y estar con mis niños. Pero, bueno, también nos aburrimos de todo (ríe) Pero yo soy feliz en Guernica con mi vida, estoy muy a gusto en mi pueblo, sólo necesito aire de vez en cuando y ya está.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios