Rocío Jurado, Marilyn Monroe, la habitación de un hotel de cualquier ciudad, París, que no es una ciudad cualquiera, el hedor a muerto en la vasta Siberia, la vanguardia poética rusa, unos fandangos, los canta la Jurado... Desordenada conversación que avanza con naturalidad, a fogonazos y cada imagen cobra sentido. Desordenada conversación con la poeta Carmen Moreno que recrea sus instantáneas hechas poemas, sus "obsesiones", dice, que se convierten en Relámpagos en su último libro de poemas que presenta esta tarde en la librería-café La Clandestina y con acompañamiento de lujo, el cantautor Javier Ruibal.

"Es curioso pero, digamos, el espíritu de este libro está muy ligado a unos fandangos de Rocío Jurado. Los escuchaba una tarde mientras trabajaba y me emocionó la capacidad de condensación que pueden contener apenas cinco versos. La pérdida, la tristeza, el amor, el desamor, esa suele ser la temática de los fandangos que creo que tiene mucho que ver con mis obsesiones. Me maravilló esa idea y quise hacer un libro de poemas que tuviera esa misma capacidad de transmisión en poemas cortos pero tan expresivos como los relámpagos", explica la escritora.

Cincuenta y cinco piezas que pivotan alrededor de cuatro ejes: París, los hoteles, Rusia y Marilyn Monroe. "París por la connotación que tiene de ciudad del amor y, por ende, del desamor y de la pérdida; Rusia porque siempre me han apasionado los autores del boom de la literatura rusa pero, sobre todo, por ser un país de contraste que tiene algo tan bello como el Hermitage y el horror de Siberia además de una vida cultural subversiva de las más interesantes que he conocido", va desgranando la autora que en los hoteles refleja su obsesión "por avanzar, por no estancarme" y en la figura de Marilyn esa doblez que representa la actriz que "fue psicológicamente mucho más compleja que la imagen de icono sexual que nos ha quedado de ella".

Con Relámpagos, Moreno inaugura una nueva colección, titulada Disnomia, de LVR ediciones. Un poemario, prologado por Ángel Muñoz, con el que la autora comienza a despedirse "de la poesía en papel" aunque aún le quedan "un par de libros más" en la recámara. La creación poética en vídeo y la narrativa, ya que pronto publicará su primera novela, son los nuevos retos que le esperan a la creadora.