Cultura

Milanés, Poveda y Raphael centran la programación de otoño del Falla

  • Flamenco, grandes espectáculos y clásicos de la canción vertebrarán el programa de los próximos meses · Els Joglars se encargará de cerrar la XXVII edición del Festival Iberoamericano de Teatro

Tres minutos. Fue el tiempo que tardó la alcaldesa, Teófila Martínez, en recordar la escasa implicación de la Junta de Andalucía en las citas culturales de la ciudad. Un desinterés que -afirma- viene de "mucho antes de Rajoy" y que se traduce en gestos como la desaparición de la aportación económica en la Muestra Cinematográfica del Atlántico. Aun así, la alcaldesa insistió en la voluntad del equipo municipal para que la "cultura gaditana no se resienta".

Teófila Martínez realizaba estas declaraciones durante la presentación de la programación de otoño del Gran Teatro Falla. Una temporada que abrirá la Muestra Cinematográfica del Atlántico y que tiene como peculiaridad la ausencia de escena pura en su listado. El programa del Teatro Falla para los próximos meses contará con espectáculos de danza, conciertos de contemporánea y clásica, flamenco, ópera, musicales e incluso ballet sobre hielo. Pero no piezas teatrales. Un dato que, al menos, sorprende, más allá de circunstancias como la "dificultad de programar en el último trimestre del año, debido a la cantidad de festivales", que el FIT traiga "bastantes representaciones teatrales" o que haya "espectáculos que copan muchos días y que han supuesto una gran inversión".

Así, la programación del Falla para este otoño se apoya en tres patas fundamentales: flamenco -con David Palomar, El Pipa y Miguel Poveda como principales protagonistas-, históricos de la canción -Pablo Milanés, Raphael y Luis Eduardo Aute- y espectáculos de acento familiar.

Tras Alcances, Palomar iniciará la programación del Falla propiamente dicha con el espectáculo La dama del poncho rojo: un homenaje -en colaboración con el Consorcio del Bicentenario y el Instituto Andaluz de Flamenco- a la desaparecida Chavela Vargas. También en septiembre, El Pipa presentará su propuesta Danzacalí, mientras que -ya en octubre- Miguel Poveda llegará con su álbum ArteSano: un trabajo en el que ha pretendido celebrar las bodas entre el cante tradicional y el moderno. El arte flamenco cerrará su presencia en el Falla con los Villancicos por Bulerías de María José Santiago (13 de diciembre), que tomarán el relevo a la tradicional cita con TomaCastaña (7 y 8 de diciembre).

Por su parte, el cantautor Pablo Milanés abrirá la lista de grandes nombres de la canción en la programación de otoño. El artista cubano -cuya actuación se incluye dentro de las jornadas de VivAmérica (13 de octubre)- ofrecerá un concierto de carácter íntimo un par de semanas antes de que el escenario del Falla reciba a otro absoluto, Raphael. El intérprete acudirá a una doble cita en la que presentará sus nuevos temas junto a Manuel Alejandro y repasará los imprescindibles de su carrera. Por su parte, Luis Eduardo Aute actuará en un espectáculo multimedia con el que dará a conocer El niño y el basilisco.

Y dos grandes puestas en escena transformarán por completo las tablas del teatro. Por un lado, la compañía Ice Stars representará durante tres días el espectáculo sobre hielo El Cascanueces -del 20 de noviembre al 2 de diciembre, con cuatro representaciones en total-. Por otro, Paloma San Basilio dará vida a la Eliza Doolittle de My Fair Lady, en una versión del musical que supondrá su adiós a los escenarios -y que contará con cinco sesiones, del 20 al 23 de diciembre-.

La presentación de la próxima agenda del Falla adelantó, además, parte del programa del XXVII Festival Iberoamericano de Teatro. Una cita que traerá, entre otras propuestas, una de las últimas producciones del Ballet Flamenco de Andalucía (Metáfora), así como Sangre española: el nuevo texto en el que Teatro del Mentidero recrea los días finales de Ignacio Sánchez Mejías.

Presencia habitual en el FIT desde hace unos años, los catalanes Els Joglars se encargarán de cerrar el Festival el próximo 27 de octubre con la obra El Nacional: una pieza firmada por Albert Boadella en la que, a través de la figura de un viejo acomodador, se ahonda en el sinsentido de muchas propuestas culturales y en la necesidad de inventar "nuevas formulas para la subsistencia del gremio y la continuidad del gran repertorio".

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