Las obras del nuevo pabellón Portillo de Cádiz siguen dilatándose en el tiempo y adentrándose en la historia. Junto a los cerca de 70 enterramientos que por el momento han aflorado en el subsuelo de estos terrenos, se han ido sumando numerosos ajuares funerarios de época romano imperial, al hilo de las labores de vaciado del solar que la constructora San Miguel está llevando a cabo para la futura cimentación del aparcamiento subterráneo del equipamiento.

Los arqueólogos que trabajan en las labores preventivas han localizado por el momento unos 68 enterramientos, repartidos entre 48 inhumaciones y 20 incineraciones del siglo I al II d. C. Entre los hallazgos también destaca una tumba monumental perteneciente al siglo IV a.C que, según informa el teniente de alcaldesa delegado de Patrimonio, José Blas Fernández, "fue completamente saqueada por los propios romanos".

Junto a los enterramientos hallados ha aparecido una serie de ajuares funerarios integrados por objetos típicos de la época, tradicionalmente asociados a este tipo de rituales. Entre ellos figuran ánforas, ungüentarios de vidrio, lucernas en las que se representan escenas de gladiadores y, en definitiva, cerámicas completas que conservan la pigmentación original. Son objetos que no parecen responder a ajuares muy pretenciosos, pero que no dejan de ser, cuanto menos, curiosos.

"Presentan muy buen estado de conservación", puntualiza José Blas Fernández y, contra todo pronóstico, no han sido objeto de saqueo de los expoliadores, algo que parece haber sorprendido a los arqueólogos.

En general, son ajuares vinculados a enterramientos de todo tipo, "correspondiente a la típica necrópolis romana de Cádiz".

También han aparecido restos de época romano tardía de menor relevancia.

Hasta el momento, se ha excavado un 30 por ciento de la parcela y se ha llegado hasta el nivel de 1,80 metros de profundidad, lo que mantiene las obras del pabellón prácticamente paralizadas.

En este sentido, Fernández dice que aún se desconoce cuándo concluirán los trabajos preventivos que comenzaron en febrero, "para retomar la normalidad en la obra". "A no ser que nos encontremos con alguna sorpresa -añade-, parece que todos los restos serán excavados y retirados para continuar los trabajos".

El teniente de alcaldesa apunta, por último, que "se han encontrado menos restos de lo que se preveía, pero son muy variopintos y curiosos".

Una vez finiquitada la excavación arqueológica, cuyas labores de supervisión lleva a cabo la Consejería de Cultura de la Junta, se levantará el nuevo pabellón Portillo, que contará en el futuro con dos plantas de aparcamiento subterráneo, una piscina terapéutica y unos espacios comerciales en el exterior que serán explotados por la propia constructora.