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La beligerancia de Chávez amenaza con reventar la Cumbre de las Américas

  • Las críticas del presidente venezolano a la política de EEUU hacia Cuba hacen peligrar el objetivo de Obama para esta cita: abrir una nueva era de consenso en las relaciones con América Latina

Barack Obama quiere que la V Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago sea el punto de partida para una nueva era de consenso en las relaciones con América Latina. Pero las críticas a la política de EEUU hacia Cuba por parte del presidente venezolano, Hugo Chávez, y sus aliados amenazaban ayer con hacer fracasar este objetivo.

Cuba es el único país latinoamericano ausente de la reunión, ya que fue excluida de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1962 por su línea marxista-leninista, y Chávez dejó claro horas antes de la reunión en Puerto España que no aceptará que eso siga siendo así. "Esta cumbre debe ser la última en ese formato", avisó desde Cumaná (Venezuela) con el respaldo de otros líderes de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), a la que pertenecen también Cuba, Bolivia, Nicaragua, Honduras y Dominica, además de Ecuador como observadora.

Chávez incluso desempolvó el ya superado incidente con el rey Juan Carlos en la Cumbre Iberoamericana de Chile, al advertir a Obama: "Ojalá que vaya el presidente de EEUU a oír, ojalá no siga el ejemplo del Rey, que me dijo 'por qué no te callas', porque vamos a decir nuestra verdad".

Pero no sólo eso. Chávez anunció que Venezuela y otros países que evitó citar expresamente no firmarán la declaración final de la cumbre en Trinidad y Tobago, desafiando así a EEUU y a los demás jefes de Gobierno y de Estado asistentes, 34 en total. "Venezuela veta desde ya la declaración de las Américas", dijo Chávez, al sostener que el texto está "descolocado en el tiempo y el espacio".

El líder cubano Raúl Castro fue aún más lejos, al exigir la desaparición de la OEA, al tiempo que advirtió a Obama que si bien el Gobierno de La Habana está dispuesto "a discutir todo, derechos humanos, libertad de prensa y presos políticos", sólo lo hará "en igualdad de condiciones, sin la mínima violación a nuestra soberanía y al derecho de autodeterminación".

En la misma línea, el presidente de Bolivia, Evo Morales, retó a la OEA a expulsarlo por marxista-leninista, a la vez que acusó a EEUU de no tener "autoridad moral" para exigir democracia en Cuba como condición para ser readmitida en el sistema interamericano. "En EEUU se gestan golpes de Estado", afirmó Morales después de denunciar que unos "mercenarios" abatidos por la policía en la ciudad de Santa Cruz querían asesinarlo.

Todo ello sirvió para crear un clima de confrontación de cara a la cumbre de Trinidad y Tobago, una cita trascendental porque es la primera reunión de Obama con sus colegas de América Latina y el Caribe, es decir, la prueba de fuego para el presidente en la región.

"Chávez versus Obama", resumía ayer ese ambiente en grandes titulares el diario The Guardian, uno de los más importantes de Trinidad y Tobago.

Y eso que precisamente horas antes Obama había reiterado el compromiso de Washington de buscar una "nueva y ampliada" cooperación con los países latinoamericanos y llamado a los participantes de la Cumbre de las Américas a superar dialécticas del pasado y "elegir el futuro" con una visión "pragmática".

Pero ese llamamiento cayó en saco roto en Venezuela y los países del ALBA. Chávez además censuró el levantamiento de las restricciones para los viajes y el envío de remesas a Cuba que Obama decretó el pasado lunes, en una hábil jugada de Washington de cara a la cumbre de Trinidad y Tobago.

"Eso fue un lanzamiento desviado", criticó Chávez utilizando un símil del béisbol, al tiempo que exigía el final del embargo que EEUU impuso a Cuba en 1962, una demanda que, en este caso sí, comparten todas las naciones latinoamericanas.

Precisamente, el presidente de México, Felipe Calderón, que recibió a Obama el jueves, manifestó que esa medida de presión ha servido de poco. "La verdad es que el embargo está ahí, antes de que el presidente Obama y yo naciéramos, y, sin embargo, no han cambiado mucho las cosas en Cuba", dijo. "Habrá que preguntarse si ése no es tiempo suficiente para considerar que ha sido una estrategia poco útil para que las cosas en Cuba cambien. Yo pienso que sí", agregó.

En el mismo sentido se expresó la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, quien reconoció ayer que la política de su país hacia la isla ha fracasado. "Esta semana el presidente Obama anunció cambios significativos, los más significativos en décadas; la política que se había tenido fracasó", indicó.

Por su parte, el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, vaticinó que en la Cumbre de las Américas se daría "un diálogo cortés" entre EEUU y América Latina.

Pero este pronóstico podría haber sido equivocado, ya que ahora el temor es que Chávez y sus aliados revienten la reunión. Ya sucedió algo similar en la anterior cita en Mar del Plata (Argentina), donde el presidente venezolano enterró el proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas promovido por Washington al grito de "ALCA, al carajo".

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