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Prisión provisional para el ex presidente de Guatemala

  • Pérez Molina pasó la noche en un cuartel militar después de la primera audiencia del caso de corrupción en el que está implicado

El ex presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, vivió el jueves el día más duro de su vida política, que empezó de madrugada cuando se anunció su renuncia y que acabó a últimas horas de la tarde con la decisión que menos esperaba: quedar en prisión provisional.

"Esta es únicamente prisión provisional y no preventiva", aclaró el magistrado Miguel Ángel Gálvez en la primera audiencia del caso de corrupción en el que está implicado el ex mandatario, donde ordenó el traslado de Pérez Molina a una cárcel en el Cuartel Militar Matamoros, en la capital. El juez explicó que la medida obedece al peligro de fuga y que pretende garantizar la vida del político y la celebración de la segunda sesión de la audiencia, que se celebró ayer con la primera declaración del imputado.

En su primera intervención ante el juez Gálvez, Pérez Molina negó ser miembro de la red de fraude aduanero La Línea. "Quiero decir que no reconozco, niego lo que empezó a decir el Ministerio Público", que le acusó de tres delitos por supuestamente ser uno de los cabecillas de la trama.

A juicio del ex presidente "hay mala intención" al quererlo involucrar en la red, y recordó que la decisión de investigar el caso fue el resultado de una reunión que él mantuvo con el titular de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), el jurista Iván Velásquez.

Durante la primera sesión, la acusación expuso, sin acabar, las pruebas en contra de Pérez Molina, sobre todo escuchas en las que, supuestamente, se hacía referencia al mandatario. También se hizo referencia a una grabación ya conocida, donde se escucha su voz mientras intenta colocar a alguien en un puesto de empleo en el ente recaudador de impuestos.

Fueron unas seis horas en las que Gálvez escuchó a la acusación, junto con Pérez Molina, cabizbajo y preocupado, y su abogado, César Calderón, haciendo anotaciones en una hoja en blanco. A la salida de la audiencia, el ex mandatario fue arrestado, aunque sin esposas y atendió a los medios después de no hacer declaraciones durante el tiempo que estuvo en el juzgado.

"Si me hubiera querido ir del país lo habría podido hacer. Incluso hace dos días. Pero siempre lo dije: voy a respetar el debido proceso y voy a dar la cara", afirmó el Pérez Molina. "No estamos dispuestos a salir huyendo ni corriendo. Estamos dispuestos a asumir la responsabilidad para aclarar esta situación", agregó el ex gobernante.

Durante diez minutos, Pérez Molina ratificó nuevamente su inocencia, desvinculándose de las más de 35 escuchas telefónicas presentadas por el Ministerio Público en su contra durante la diligencia judicial. Las pruebas exhibidas, apostilló el ex presidente, "no tienen consistencia", y algunas de las supuestas evidencias que lo comprometen "están basadas únicamente en las escuchas".

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