El diseño característico de su carrocería es objeto de un desarrollo evolutivo en relación con el modelo anterior. Posee un expresivo diseño de gran aplomo de la parte delantera, con faros dobles redondos que llegan hasta la parrilla ovoide doble típica de BMW. No podemos dejar de mencionar la silueta elegantemente alargada, marcado pliegue en la carrocería a la altura de los pasos de ruedas deportivamente muy abombados.

Asimismo, la armoniosa estética alberga elementos destinados a optimizar las propiedades aerodinámicas, entre ellos cortinas de aire (air curtains), salidas de aire (air breather) y deflectores verticales en la luneta (aeroblades).

Por otra parte, el nuevo vehículo de BMW ha ampliado las posibilidades para la personalización: nueva oferta de acabados de diseño Pure Experience y Pure Excellence, así como Paquete deportivo M. El equipamiento exterior e interior de estos acabados puede combinarse casi indistintamente.

Lujo de detalles. Hay que destacer una mayor espaciosidad para más confort, mejor visibilidad y ambiente de lujo en el habitáculo. El asiento es más elevado. Por su parte, el tablero de instrumentos más bajo, de líneas horizontales que se prolongan en los revestimientos de las puertas y, además, provisto de una superficie decorativa.

Posee una mayor versatilidad en el interior, gracias al respaldo de los asientos posteriores abatible en relación de 40:20:40. El volumen del maletero va desde 650 hasta 1.870 litros, con un accionamiento automático del portón trasero incluido de serie. Asimismo, y por primera vez, existe posibilidad de abrir y cerrar el portón con el mando a distancia y desde el asiento del conductor. Opcionalmente podremos disfrutar de asientos de confort posteriores y una tercera fila de asientos también como equipamiento opcional.

Motorizaciones. Siendo el primer Sports Activity Vehicle, el BMW X5 siempre fue un modelo precursor en su segmento. Ahora vuelve a marcar listones de referencia en lo que se refiere al placer de conducir y a la eficiencia. En ese sentido, la nueva generación del motor V8 del BMW X5 xDrive50i es un buen ejemplo. Su potencia aumentó en 10 por ciento y es ahora de 330 kW/450 CV (+30 kW/43 CV). A pesar de ello, su consumo promedio se redujo en 16 % en comparación con el modelo anterior. Ello es posible gracias a la tecnología BMW TwinPower Turbo. El conjunto tecnológico incluye ahora dos unidades turbo, dispone del sistema de inyección directa de gasolina High Precision Injection y, además, cuenta con el sistema de control variable de las válvulas Valvetronic.