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España

Zapatero echa tierra a la crispación

  • El presidente sortea la polémica sobre la paralización de las exhumaciones de víctimas del franquismo y llama a "olvidar" a Franco · ICV le reprocha su actitud "rácana e hiriente" con la Ley de la Memoria

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, volvió a reivindicar ayer la ley de la Memoria Histórica pero lo hizo en un tono más conciliador que el que utilizó la víspera, cuando entró de lleno en dar respuesta a las críticas de la Conferencia Episcopal pidiéndole a la Iglesia que respete todas las memorias, incluida la ley de reparación de las víctimas del franquismo. Ante la escalada de la controversia, Zapatero optó por rebajar la tensión en una pregunta de ICV, uno de los dos promotores de la ley de la Memoria junto con ERC, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso.

Con una tímida contestación en la que evitó responder a las cuestiones directas que le planteó el diputado de ICV, Joan Herrera, como la paralización de las exhumaciones de las fosas comunes por parte de la Audiencia Nacional, la lenta retirada de la simbología franquista o su parecer sobre la misa que se celebró en el Valle de los Caídos el 20-N pese a la prohibición de actos políticos, Zapatero optó por una retórica más prudente: "Recordemos a las víctimas, permitamos que recuperen sus derechos, que no han tenido, y dejemos en el olvido, arrojemos al olvido a aquellos que promovieron la tragedia en nuestra país. Esa será la mejor lección; y hagámoslo unidos".

En esta línea, Zapatero destacó "la gran salud moral de la democracia española" que se evidencia en que "cada vez se recuerda más a las víctimas y se olvida más al dictador", y que la mejor forma de fortalecerla es "disfrutar de la experiencia democrática más que del miedo a una dictadura".

Herrera le recriminó a su vez que el pasado 20-N apelara al olvido para cerrar heridas abiertas por la guerra y la dictadura.

Sobre el cumplimiento de la Ley de Memoria, Zapatero subrayó que "se está desarrollando reglamentariamente" y destacó que la voluntad del Gobierno es cumplirla "en su integridad", aunque reconoció que su aplicación "es compleja".

Herrera le contestó que entre las víctimas y las asociaciones que defienden la Memoria existe "perplejidad, frustración y decepción" por la respuesta "insuficiente", e incluso a veces "rácana e hiriente", del Ejecutivo respecto al cumplimiento de la ley, de la que dijo "era un punto de partida, no de llegada". El parlamentario catalán añadió que las familias de los represaliados necesitan "un Gobierno comprometido" con la aplicación de la ley y le reprochó que "las víctimas sienten que no tienen ese Gobierno".

Herrera criticó la actuación de la Fiscalía en la causa abierta por Garzón y calificó como "decepcionante" la pasividad del Ejecutivo en la retirada de los símbolos franquistas. Además, consideró "insuficiente e hiriente" que el 20-N, mientras se celebraba una misa en memoria de Franco en el Valle de los Caídos, Zapatero dijera que todo lo que se situara en el olvido más profundo sería bueno.

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