España

La Iglesia advierte que remover la memoria histórica genera violencia

  • Rouco llama a recuperar el espíritu de reconciliación y a "evitar estrategias que puedan dar pábulo a confrontaciones violentas" · El PSOE le recuerda que promueve canonizaciones de la Guerra Civil

El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, incidió ayer en la necesidad de evitar actitudes, palabras y estrategias, en relación con la recuperación de la memoria histórica, que puedan derivar en confrontaciones violentas.

Rouco aprovechó el discurso que pronunció con motivo de la apertura de la Asamblea Plenaria de la CEE, para referirse, sin citarla, a la Ley de Memoria Histórica, aludiendo al "peligro del deterioro de la convivencia serena y reconciliada" que a su juicio ya se había logrado en el país. Por ello llamó a recuperar "el espíritu de reconciliación, sacrificado y generoso, que presidió la vida social y política" en la Transición.

"A veces es necesario olvidar. No por ignorancia o cobardía, sino en virtud de una voluntad de reconciliación y de perdón verdaderamente responsable y fuerte".

Rouco aludió además al texto de la Plenaria de los obispos de 1999 en el que se pedía "el perdón de Dios para todos los que se vieron implicados en acciones que el Evangelio reprueba, estuvieran en uno u otro lado de los frentes trazados por la guerra". Y recordó que "la historia de España de los dos últimos siglos ha estado, por desgracia, jalonada por tensiones que más de una vez desembocaron en enfrentamientos fratricidas. El último y más terrible tuvo lugar en los años treinta del siglo pasado en el contexto de una situación internacional de confrontación entre ideologías totalitarias de diverso signo".

Aunque Rouco reconoció que "la actual situación internacional y nacional no es la misma", advirtió que "siempre es necesario vigilar para evitar de raíz actitudes, palabras, estrategias y todo lo que pudiera dar pábulo a las confrontaciones que puedan acabar siendo violentas".

El arzobispo hizo un llamamiento a prestar atención a las "responsabilidades morales" de los actores sociales en la crisis, asegurando que ninguna situación económica puede ser entendida como fruto de leyes inexorables "totalmente ajenas al comportamiento humano". "Es tal vez momento de reflexionar sobre los orígenes morales de la crisis, examinando si el relativismo moral no ha fomentado conductas no orientadas por criterios objetivos de servicio al bien común y al interés general", indicó. Se preguntó también si la vida económica "no se ha visto dominada por la avaricia de la ganancia rápida y desproporcionada a los bienes producidos" o si "el derroche y la ostentación, privada y pública, no han sido presentados con frecuencia como supuesta prueba de efectividad económica y social".

El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, se mostró sorprendido por la apelación al olvido y al perdón del presidente de la Conferencia Episcopal para superar las heridas de la Guerra Civil, cuando "está promoviendo canonizaciones de aquel momento".

En rueda de prensa, tras la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal, Blanco aseguró que "no se puede borrar la memoria histórica de nuestro país", a pesar de que "algunos tienen amnesia en función de si les conviene o no". Recordó que él es creyente y se mostró partidario de "respetar las creencias de todo el mundo", por lo que defendió la sentencia que establece que en los colegios públicos no debe haber crucifijos.

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