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Elecciones del 25-M

Cañete dice que su batalla es la abstención y no teme debatir con Valenciano

  • Acusa al PSOE de tener un discurso utópico e irresponsable y cree que Valls tratará de ir "en la misma vía que España".

El ministro de Agricultura y candidato del PP a las elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, considera que su "batalla" en esta campaña es contra la abstención, más que contra la candidata del PSOE, Elena Valenciano, con la que no le preocupa debatir. "Yo a la señora Valenciano la respeto mucho, es una buena candidata pero no es mi mayor preocupación, un debate con ella no me preocupa nada porque hay muchos elementos para debatir y tener una posición de salida muy favorable", ha dicho en una entrevista en Antena 3.

Eso sí, Cañete no se ve displicente con su rival, alegando que sólo dice que no le preocupa el debate, y que su principal preocupación es movilizar a quienes votaron al PP en 2011 y convencerles de que el Gobierno "sí está cumpliendo sus expectativas" porque está haciendo lo que debe. El candidato ha cifrado entre tres y cuatro millones los electores indecisos o reacios a votar el 25 de mayo. En todo caso, ha avisado de que si quiere centrar la campaña en asuntos nacionales el PSOE "tiene las de perder" porque con el Gobierno del PP está llegando "la recuperación" mientras que el del PSOE dejó a España "en recesión".

"Me voy a divertir muchísimo", ha advertido, afirmando que cuando cambió el Gobierno él mismo pudo ver la situación de la Seguridad Social, de las ayudas de la dependencia en las que "no se pagaba lo prometido", políticas de igualdad "que no se financiaban" y de "planes que no tenían contenido económico". "¿Quién va a dar la cara para explicar la gestión de Zapatero en la UE?", le ha preguntado a su contrincante. Según Cañete, con el PSOE España se convirtió en un problema para la UE, porque estuvo al borde de un rescate imposible de asumir para la Unión y el Ejecutivo lo que hacía era callarse y "ser comparsa". Con el PP, ha dicho, España es un país "serio", "relevante" para la UE y parte de la solución". El candidato está convencido de que los ciudadanos sabrán reconocer que el Gobierno del PP no ha tomado decisiones "cortoplacistas" y ha dicho que él no podría haber formado parte de un Gobierno socialista "tomando decisiones contrarias al interés del país". Y además, considera que la abstención será un castigo a todos los partidos, no sólo al suyo.

Valls "está yendo" por la misma vía que España

Para Cañete, los socialistas tienen un "discurso utópico, irresponsable y vacío". Así, les ha advertido de que aunque "lo fácil es el eslogan", el socialista francés Manuel Valls ha visto que su país tiene un problema "y está yendo en la misma vía que España". Eso sí, ha avisado de que a Valls no le será fácil tomar medidas de ajuste porque requieren "mucha decisión, mucho valor y partidos que las apoyen monolíticamente". Con todo, el candidato 'popular' ha asegurado que su intención es hacer una campaña "de guante blanco", con respeto a todos sus adversarios, y centrada en explicar que el Parlamento Europeo es importante para los ciudadanos, casi más que el nacional. Y ha recordado que harán falta grandes consensos entre socialistas y populares europeos para sacar adelante la unión bancaria, la unión fiscal y otros grandes proyectos europeos.

Arias Cañete no ha dado pistas de cuándo será relevado como ministro de Agricultura y no cree que su sustitución vaya a propiciar una gran crisis de Gobierno, porque considera que el presidente, Mariano Rajoy, "está muy contento con sus ministros". "Por lo que veo, no por lo que me haya dicho, así que no veo razones para un gran cambio, cada uno está haciendo lo que tiene que hacer", ha opinado.

Cuanto más maduro es un país más cortas son las campañas

Además, ha restado importancia a la tardanza del presidente del Gobierno y del PP en anunciar su candidatura, y cree que es "lo normal en las elecciones europeas", en las que "las campañas son cortas". Es más ha opinado que a medida que un país "es más maduro, hay menos campaña, menos vallas y menos parafernalia". El candidato no sabe aún si su partido pondrá vallas electorales, porque él aún no se ha hecho ninguna foto. El PSOE ha renunciado a las vallas, pero no a las banderolas, pero Cañete ha recordado que éstas "salen muy caras", porque los ayuntamientos cobran una tasa por ponerlas.

Por otro lado, ha incidido en el discurso del Gobierno de que la recuperación está en marcha, afirmando que "este año todos los indicadores van a ser buenos y en 2015 España tendrá una cara muy distinta", aunque ha reconocido que "las cosas no se cambian de la noche a la mañana". Sin embargo, ha subrayado que ya hay más capacidad de consumo y que uno de cada tres autónomos querría contratar a un trabajador. "Si cada autónomo contratase a un trabajador acabaríamos con el paro", ha dicho.

Hoy se ha duchado con agua fría

El ministro, famoso por algunas declaraciones políticamente incorrectas, se ha propuesto "ser prudente" en la campaña, pero no se arrepiente de cosas que ha dicho "con espontaneidad". "Si defiendo que los camareros españoles son maravillosos es que lo creo, tengo muchos amigos camareros que me tienen mucho cariño", ha remarcado, tras reconocer también que se ha duchado con agua fría porque tenía mucha prisa y la caliente "tarda mucho en salir".

También ha justificado el haber hablado de su candidatura en la rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros, alegando que los periodistas le preguntaron por eso, no por las "leyes maravillosas" que él iba a "vender".

Almunia "ha sido duro" como comisario

Arias Cañete tampoco ha dado pistas de si su destino es ser comisario en el próximo Ejecutivo comunitario, pero sí ha valorado el papel del actual comisario español, Joaquín Almunia. Así, ha explicado que un comisario tiene que ser "independiente" y no está sujeto a ningún mandato, pero cree que Almunia ha sido "algo duro en la recepción de mensajes".

En su opinión, los documentos "nunca son blancos o negros, pueden tener muchos tonos de gris" y "a veces se puede jugar con cierta flexibilidad desde la independencia", porque "todo el mundo tiene su corazoncito". Para Arias Cañete, a Almunia no se le podía pedir "que se envolviera en la bandera de la selección española", pero cree que con el régimen de los astilleros "había muchos argumentos a favor de España" y se podía tener en cuenta precedentes como el caso francés. 

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