–¿Qué impresión le causa la cumbre mundial humanitaria celebrada esta semana en Turquía?

–Estas reuniones internacionales no suelen traer nada bueno ni práctico. La vida cotidiana de las personas que huyen de Siria o Afganistán seguirá igual.

–¿No hay voluntad?

–Hay un baño de solidaridad en palabras, sin compromisos concretos para acabar con el conflicto sirio, ni para acoger refugiados.

–Esta semana algunos han empezado a llegar a España.

-España se comprometió a acoger 16.000 solicitantes de asilo y han llegado poco más de dos o tres decenas…

–¿Le veo escéptico?

–La comunidad internacional no está haciendo sus deberes. No se está poniendo el foco en el origen, que es el conflicto sirio. 

–En las elecciones presidenciales de Austria el gran debate ha sido integración o rechazo.   

–Se está politizando un fenómeno que alimenta extremismos. En este caso de extrema derecha, de rechazo al inmigrante. 

–¿Hay miedo?

–Los populismos juegan con el miedo de la población, con el rechazo al extraño. Se culpa de todos los males económicos y sociales a sujetos que no tienen reconocido el voto... 

–Los que llegan en pateras a nuestras costas ¿son refugiados?

–Todos han sido expulsados de sus países por circunstancias políticas, económicas, étnicas, religiosas… Pero sólo tienen protección internacional los que huyen de una persecución.

–Usted repite que tenemos leyes insuficientes.

–La semana pasada llegó una patera a Málaga. Una persona de Costa de Marfil solicitó asilo, pero el juez de guardia acordó su internamiento. Acnur y el Defensor del Pueblo estatal están en contra de que los solicitantes de asilo sean internados. Pero se hace.

–¿Dónde está la persona que pidió asilo?

–Internada en Tarifa, en un lugar que no está aprobado por orden ministerial como centro de internamiento de extranjeros.

–¿Cómo es eso?

–En 2000 se cerró la prisión de Algeciras, porque estaba obsoleta. El Supremo y el Constitucional sostienen que los centros de internamiento de inmigrantes deben tener mejores condiciones que las cárceles. Sin embargo, en 2006 se reabrió Algeciras como centro de inmigrantes, con una clara impronta penitenciaria.

–A Tarifa le llaman el anexo de Algeciras

–Es un eufemismo policial. Se trata de un anexo a 23 kilómetros y sin orden ministerial.

–¿Hay un vacío legal?

–Reclamamos una ley orgánica que regule el régimen jurídico y los derechos y libertades de las personas privadas de libertad en los CIE. Existe para los presos una ley específica, con setenta y tantos artículos...        

–¿Cómo se atiende a una patera? 

–En el Colegio de Abogados intentamos que no haya más de diez o doce asistencias por letrado. 

–Es complejo.

–La rutina judicial procura que lo haga un solo abogado, en el menor tiempo posible. En Almería las asistencias letradas se están haciendo por videoconferencia, cuando entre el puerto y los juzgados no median más de 300 o 400 metros. 

–¿Eso es legal?

–La ley permite que se puedan realizar videoconferencias con determinadas garantías. El derecho de defensa es difícil si el abogado no tiene con su representado una entrevista individualizada, personal y reservada, con un intérprete.

–Usted reclama una atención de calidad.

–Eso está reñido con la gestión de muchas personas en un plazo breve de tiempo. Hay que detectar si hay mujeres víctimas de trata, personas merecedoras de protección internacional, menores...

–Tampoco se facilita que los inmigrantes apoderen a los abogados.

–Son presentados al juzgado de guardia con huella, fotografía y un nombre. Eso debería valer para tener un apoderamiento que nos sirva para recurrir ante el Contencioso Administrativo. Pero hay secretarios de juzgados que se niegan a realizar ese apoderamiento. 

–¿Otros sí lo hacen?

–El artículo 24 de la Ley de Enjuiciamiento Civil permite que cualquier letrado de Administración de Justicia haga ese apoderamiento. 

–¿Pasan mucho tiempo en el anexo de Tarifa? 

–Allí van subsaharianos varones. A la mayoría no se les puede devolver y al poco tiempo son puestos en libertad.  

–¿Con documentación?

–Con su orden de devolución… Hay organizaciones sociales que les acogen. Otros continúan su viaje hacia Europa.

–La inmigración es un punto principal de las campañas políticas en Europa.