El Tiempo Un inesperado cambio: del calor a temperaturas bajas y lluvias en pocos días

José Juan Yborra. Profesor, poeta y ensayista

"Que un estudiante musulmán curse Segundo de Bachillerato ya es un logro"

  • Debuta como poeta con 'Mar de azogue', poemario prologado por Caballero Bonald, una de las figuras literarias sobre las que más ha investigado este alicantino que se asomó al profundo sur del Estrecho.

-El título de su primer poemario, Mar de azogue, ¿remite a las aguas del Estrecho o a este estado de agitación en que vivimos? 

-La idea es reflejar la realidad oculta. El término remite a esos estadios en que el agua de la Bahía de Algeciras está totalmente plana y permite ver la profundidad del mar desde una perspectiva un tanto distorsionada. Ese juego de perspectivas, casi como un espejo invertido, ha inspirado muchos poemas. Intento cuestionar  dónde está la realidad, en el reflejo o fuera. 

 

-Aquel rincón inspira.  

-Creo que es una de las zonas menos valoradas pero con más fuerza literaria y artística. Es un punto geográfico único donde existen todavía fronteras reales cuando en Europa prácticamente se han suprimido todas. Y además de límites geográficos los hay imaginarios. Es un sitio donde estaba el fin del mundo en la época clásica; sin embargo, cuando vives en ella, te das cuenta de que es una zona con una potencialidad tremenda desde el punto de vista del paisaje, las relaciones humanas, la Historia... Me apasiona la importancia que ha tenido la intrahistoria de la comarca en los últimos 60 o 70 años y en el devenir de la II Guerra Mundial. Es una tierra con una fuerza telúrica bestial. El Estrecho verdaderamente impresiona, inspira, pulsiona y despierta la creación. 

 

-"¿Cómo regular el cambio que covierte en mestiza/la simple pureza?" Este verso de su poema Orden ¿nace en esas aulas mestizas que contempla a diario en el instituto en que trabaja?   

-Como docente en un instituto público, la realidad cotidiana es de un aumento considerable de alumnos musulmanes; representa el 15%  o el 20% de las clases, sobre todo en los cursos bajos. Es difícil que lleguen a superar 2º de Bachillerato y aún más que lleguen a la universidad. 

 

-El reto que tiene la comunidad musulmana es entonces el acceso a la educación superior.

-El hecho de que cursen Segundo de Bachillerato ya es un logro, y que den el salto a la Universidad casi uno de cada 20 o 25, y sobre todo en chicas. Ahí sí que se nota la diferencia y es algo que debemos trabajar.

 

-¿Se forma a los docentes para que sepan atender los retos y necesidades de aulas multiculturales? 

-¿Formación? Bastante poca o ninguna. 

 

-Entonces, ¿con qué herramientas cuenta? 

-Son recursos personales. Algeciras es una ciudad bastante cosmopolita y tolerante. Desde pequeño, he estado habituado a ver a musulmanes con chilaba o judíos con tirabuzones, que no se veían en cualquier otra ciudad andaluza o española. La acera de la Avenida de la Marina era un verdadero escaparate  en los años 60. Todo el mundo estaba relativamente habituado a ver todo aquello. Algeciras es una ciudad bastante abierta y no me ha supuesto un choque especial tratar con alumnos de diferentes culturas. Pero el gran problema es que no nos forman porque sobre todo hay problemas lingüísticos. Cuando llega un chaval con 16 años que no sabe nada de castellano, evidentemente ahí tenemos un problema de comunicación, no sólo de integración. Para esos casos, se establecen aulas de apoyo especiales. Pero, más allá de esto, no hay problemas de convivencia. Hay alumnos conflictivos de toda raza, religión y cultura. Sí es verdad que el porcentaje de alumnos musulmanes que superan la Secundaria es considerablemente bajo. 

 

-Como profesor de Lengua y Literatura, ¿cuáles son los autores que más llegan a esta edad? 

-Leer, leen poco por no decir nada. Pero tengo comprobado que incluso a niños que no han leído nada en su vida antes de llegar al instituto cuando le ofreces lecturas de poetas directos, como puede ser Miguel Hernández, les llega. Es inaudito tener que obligar a que hagan cinco lecturas por año. La mayoría de alumnos de Secundaria no han leído poesía en su vida. 

 

-Ha estudiado de las peculiaridades léxicas de la zona. Finalmente es  ¿yanito o llanito?

-Depende. Si se defiende la teoría de que yanito es la derivación del Gianni italiano o llanito de la llanura frente a Gibraltar, La Línea. Hoy se ha perdido mucha de esa riqueza, más rica que cualquier otra variante del andaluz. Yo localicé unas 500 entradas: como, por ejemplo, tipa que venía de tea pot (tetera) o moningó (de morning go), la mañanita.

 

-Además, ha investigado en la producción literaria en español en Gibraltar. ¿Qué nombre rescataría? 

-Titulé un ensayo La frontera estéril porque, a pesar de que el pueblo gibraltareño es culto y con estudios superiores, el número de escritores es llamativamente bajo. No ha habido una dedicación a la literatura como sí a otras disciplinas. Sin duda destacaría a Trino Cruz (Gibraltar, 1960),un poeta espléndido que recoge la hondura del mestizaje de las tres orillas del Estrecho -Algeciras, Gibraltar y Marruecos- y que no tiene el reconocimiento que debiera tener.

 

-¿Y cómo ve las relaciones entre España y Gibraltar? 

-Investigando sobre literatura en Gibraltar, me encontré con una novela, Barbarita, de un judio gibraltareño, Héctor Licudi,con unas descripciones soberbias del Peñón, aparte de las que hizo  Joyce en el Ulises, que fue quien mejor lo describió sin haberlo pisado nunca. En los años 20, Licudi describe una ciudad esplendorosa y curiosamente proespañola, que se siente sometida por el poder colonial británico y  lee periódicos en español... Hoy es impensable. Choca mucho cómo han cambiado las tornas en el último siglo. Y es un problema tremendamente difícil de solucionar.

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