Juan Martínez-Barea. Impulsor de proyectos de innovación

"Youtube es la mejor escuela del mundo"

  • Acaba de publicar 'El mundo que viene', en el que plantea un futuro marcado por una aceleración tecnológica sin precedentes,hipercompetitivo pero repleto de oportunidades.

Juan Martínez-Barea lleva toda su vida vinculado al mundo de la innovación. Es embajador para España de la Singularity University, un centro impulsado por la NASA y Google que forma a líderes de todo el mundo en el cambio tecnológico. Es fundador de Universal Diagnostics, una start up de biomedicina e informática enfocada al desarrollo de un test de sangre para la detección temprana del cáncer. Y, además, es director del área de Innovación y Creación de Empresas del Instituto San Telmo y director de la Fundación Eduardo Justo, de Grupo Cosentino. Fue secretario de Innovación de la Junta dos años, entre 2009 y 2011.

Empresario, conferenciante, activista social y promotor de la innovación, acaba de publicar El mundo que viene (Gestión 2000, Grupo Planeta), en el que plantea un futuro inmediato marcado por una aceleración tecnológica sin precedentes y la irrupción de 4.000 millones de personas de los países emergentes. Un mundo en el que la geografía perderá importancia y que será hipercompetitivo pero también repleto de oportunidades.

-Y ese mundo que está por venir, ¿cómo es? 

-Se caracteriza por tres cosas. La primera es la hiperconectividad: todo lo que nos rodea-coche, frigorífico, televisor- estará conectado a internet. La segunda, el crecimiento exponencial de la tecnología. Eso va a ocurrir en biotecnología, robótica, inteligencia artificial, nanotecnología, y todos los avances estarán disponibles para todo el mundo. Lo tercero es que el mundo emergente llega a la primera fila de la competencia mundial. Son países que hace 20 años no existían y de pronto suman 4.000 millones de personas. Competirán por nuestros puestos de trabajo y con nuestros productos, pero también serán consumidores y podrán colaborar con nosotros.

-¿Qué aconsejería a un joven universitario que acaba la carrera? ¿Qué debe hacer para adaptarse a este futuro cercano?

-Tiene que convertirse en un profesional global, capaz de trabajar en cualquier parte del mundo, debe intentar ser punta de lanza en su actividad, saber inglés... En cuanto salgan por la puerta, al extranjero, a sentir la experiencia de vivir solo. Aunque sea duro al principio, es enriquecedor.

-Pues esa salida se suele ver como un drama.

-¿Por qué? Hay que aprender y la única manera es irse fuera. Cuando Alemania reclamó jóvenes españoles para trabajar muchos dijeron: vamos a perder nuestra juventud. ¡No! Que se vayan, que aprendan y luego que vuelvan. Gracias a Dios España es un país donde se vive formidablemente bien y aunque vivan fuera unos cuantos años están deseando volver. Si no salen fuera la ola que viene se los va a comer. El que se duerma lo pasará mal pero el que se ponga las pilas se puede comer el mundo.

-En su libro habla de la era de la meritocracia.

-Históricamente, el lugar de nacimiento ha marcado, y el mérito ha sido cosa de héroes anónimos, pero en el mundo que viene no importa tanto donde uno nace, geográfica o sociológicamente. Las oportunidades están para todos.

-Pues en las barriadas obreras no se percibe nada de eso. Lo que hay es desesperanza.

-Porque las cosas no llegan de manera automática y solas. Las oportunidades llegan para las personas que se mueven. Yo hice un máster en EEUU y ni sé cómo lo conseguí, porque no tenía acceso a nada. Hoy cualquier chaval entra en internet y poner Harvard, MIT, MBA o becas de posgrado y tiene todos los links, las bases, hasta libros para tener más opciones de beca y admisión. Si me dices que aún así hay gente que no se entera, ese es nuestro papel, divulgar.

-Los informes internacionales no dejan en buen lugar a España en el aspecto educativo y puede que el sistema no genere esa inquietud para buscar las oportunidades.

-En la educación hay dos niveles. Por un lado, tenemos que reaccionar y mejorar el sistema, y darle importancia a cosas como programar, que construyan fichas de legos, pequeños robots, que eso es lo que hacen en Stanford y Palo Alto. Pero luego está el individuo, y lo que no puede hacer es echarle la culpa al Gobierno, al Estado, a los políticos. Cada persona tiene toda la información del mundo. Y cada vez vamos más a un mundo donde la educación formal tiene menos importancia y más la educación informal. Cada vez más gente joven no ha hecho máster ni doctorado y están en punta de lanza de su sector. Lo consiguen viendo ted.com,donde están los mejores speakers del mundo dando conferencias. Youtube es la mejor escuela del mundo. Si quieres aprender cualquier cosa, te metes y haces una tortilla de patatas, un robot, aprendes a programar, algo de tecnología...

-¿Pero no es importante entonces el sistema educativo, al menos en los primeros años?

-Sí, importa mucho, pero mira, más la familia. ¿Cómo es posible que Israel sea el segundo país del mundo con más empresas tecnológicas? Porque las madres empujan a sus hijos desde pequeños a que sean lo mejor que puedan.

-La crisis ha hecho que las empresas españolas miren hacia afuera. Ahora, con el repunte de la demanda interna, ¿Corremos el riesgo de que se invierta ese proceso?

-No creo. Competir a nivel mundial vuelve mejores a las empresas, más innovadoras, y no van a renunciar a un mercado de 7.000 millones de personas para volver a uno de 40.

-¿Cómo están posicionadas las empresas españolas en el mundo?

-Tenemos algo muy bueno: multinacionales espectaculares, de primer nivel mundial, y hace 20 años no había ninguna. Eso lo tenemos que llevar a la gran masa de empresas.

-Parece que hay una gran brecha: están las multinacionales y luego las pymes.

-El gran secreto de Alemania son las empresas medianas, que son las que mantienen al país con una alta tasa de empleo. Tenemos que pasar de pymes que no terminan de crecer a empresas medianas gracias a la innovación.

-¿Y qué pasa con los desheredados en este mundo meritocrático?

-Pues hay una figura que son las locomotoras, personas que luchan por un mundo mejor. Mohamad Yunnes es un oftalmólogo indio que se jubiló y ha creado un hospital que dedica sus beneficios a tratar de cataratas a pobres que no pueden costear la operación.

-¿Quiere decir que el papel corrector estará en la sociedad civil y no tanto en el Estado?

-Cuando la empresa vea que hay negocio en dar servicio a los más desfavorecidos lo hará. Cada vez veo más a las empresas teniendo papel social.

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