El Rocío

Un total de 19 filiales onubenses muestran sus respetos a la Virgen

  • Huelva fue una de las que presentó mayor cortejo en su comparecencia ante la Matriz. Salteras y Torrejón de Ardoz fueron recibidas como hermandades con todas sus atribuciones.

El acto más largo de la Romería del Rocío concluyó a última hora de la tarde de ayer con la presentación de la filial de Valencia, la última de la jornada en pasar delante de la entrada principal del santuario. En total, este año han mostrado sus respetos a la Virgen del Rocío y a la Matriz almonteña un total de 116 filiales. El acto de presentación se repartió, por tercer año consecutivo, entre la tarde del viernes y toda la jornada de ayer. En este sábado fueron 80 las hermandades -19 onubenses- que rezaron la Salve a las puertas del santuario y tuvieron la oportunidad de vivir uno de los momentos más emotivos de esta romería.

El programa para ayer contemplaba el paso de nada menos que 82 filiales que son la demostración más palpable de la universalidad de la fe rociera.

Un poco antes del mediodía, los miembros de la Escuela de Tamborileros de la Hermandad Matriz salían del santuario donde se había celebrado la Eucaristía. Tras ellos, los miembros de la junta de gobierno de la hermandad almonteña y el hermano mayor, que ocuparon sus sitios para presidir el acto de presentación. Reales también hizo mención a Sanlúcar la Mayor y Espartinas por ser las filiales que este año cumplen su 75º aniversario.

El máximo dirigente de la Matriz, Juan Ignacio Reales, dirigió unas palabras introductorias dando en nombre de la hermandad almonteña, la "bienvenida a toda la familia rociera" y de manera especial a las dos nuevas filiales que se han incorporado este año: Torrejón de Ardoz (Madrid) y Salteras (Sevilla). El presidente deseó finalmente que "la Virgen sea siempre nuestro auxilio, causa de nuestra alegría y que nos envíe su rocío del cielo".

El paso de las hermandades ante el santuario respeta escrupulosamente el orden de antigüedad de las filiales, lo que les otorga el privilegio de pasar las primeras ante la junta de gobierno de la Matriz. Es una muestra de respeto a siglos, en muchos casos, de una fe que se trasmite de generación en generación.

Esa es la razón por la que, un año más, el desfile de hermandades arrancó con la sevillana de Villamanrique de la Condesa. Tanto la decana de las filiales como el resto de las que desfilaron ayer o el viernes presentaron sus mejores galas conscientes de que la Matriz les concede un lugar de participación en la romería de Almonte y los almonteños dieron otra vez más que sobradas muestras de hospitalidad, deseando a cada una de ellas, de manera individual, una feliz romería.

El acto de presentación no conoce de pausas. Es una concatenación de familias rocieras que aparecen por la calle Las Carretas y tras mostrar sus respetos expresados en oración, vivas y sevillanas, salen del recinto del acto cara a las marismas.

En la jornada matutina se cuenta con hermandades de peso al menos en lo que respecta a su número de peregrinos. Esos son los casos de Sanlúcar de Barrameda -la más veterana de la provincia de Cádiz- pero sobre todo de Triana y Huelva. La filial sevillana hace el número 6 de la familia rociera. El polvo que cubría la mayor parte de la carreta del Simpecado atestiguaba que no llevaba mucho tiempo en la aldea. Un gran número de romeros acompañaba a la carreta así como a sus personales carros tradicionales que hizo que el paso de Triana tomara cerca de 40 minutos.

Poco después fue el momento para Huelva, la novena de las filiales. Al igual que como ocurriera con Triana, el inicio de su desfile fue protagonizado por una espectacular caballería. La Hermandad de Huelva llegó al santuario pasadas las 14:00. En la puerta del santuario le esperaba la junta de gobierno de la Matriz así como distintas autoridades provinciales sin contar la incorporación de la ministra de Empleo, Fátima Báñez.

La bella carreta del Simpecado de Huelva lucía esplendorosa cuando se acercó hasta la puerta misma del santuario. Todos los miembros de la junta de gobierno, el director espiritual, José Antonio Sosa, representantes en la provincia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y el alcalde de la ciudad, Pedro Rodríguez, fueron algunos de quienes precedieron la carreta. Pero por encima de todos ellos, destacaba el hermano mayor, Paco Millán, quien, visiblemente emocionado, entonó los tradicionales vivas a los que le siguieron las no menos típicas palmas onubenses y los gritos de "¡Huelva, Huelva, Huelva!".

La última parte del paso de la filial de la capital la protagonizaron los carros tradicionales que superaron en número la treintena. Más de media hora ocupó Huelva en pasar ante la junta de gobierno de la Matriz, aunque su hueco lo ocupó rápidamente otra filial onubense: San Juan del Puerto, que, a su vez, fue seguida de otra de la provincia: Rociana del Condado.

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