Huelva

Y las Hermanas de la Cruz oyeron la Salve

  • El Simpecado de Huelva regresa a su casa de hermandad tras su estancia en la iglesia de la Concepción por el triduo Emotivas visitas a La Esperanza y al convento de la Plaza Niña.

Algo especial tiene ya este 2015 para la Hermandad del Rocío de Huelva después del camino de regreso de su Simpecado ayer a la casa de hHermandad, tras una estancia extraordinaria en la iglesia de la Concepción para la celebración de su triduo. Más que ese homenaje particular al templo en su quinto centenario queda desde hoy el recuerdo de su paso por el convento de las Hermanas de la Cruz, en la Plaza Niña. Momento muy especial y esperado, por los fieles rocieros pero también por las propias religiosas. Dijeron que por una vez no querían ellas dirigir el rezo: preferían oir la Salve rociera cantada por el coro de la hermandad. Y así fue. Una situación para el disfrute y, sobre todo, para mayor gloria de la Virgen del Rocío en uno de los puntos de mayor devoción mariana en la capital onubense.

Del miércoles al viernes se celebró el triduo de la Hermandad de Huelva en La Concepción. Tres días en el corazón de la ciudad, lejos del hogar habitual junto a la Avenida de Andalucía, llevando el alma rociera un poco más cerca a todos los onubenses. Porque el paso por el centro urbano logró más participación de los rocieros, especialmente el viernes, cuando se hizo, además, la entrega de la medalla a la Virgen de los Dolores, por su coronación canónica de este año, y a los nuevos hermanos, en el acto que marca el preludio a la peregrinación anual.

Ayer sábado, ni el hecho de ser fin de semana ni la amenaza de lluvia -que finalmente no apareció- impidieron que se congregara bastante público para seguir el paso del Simpecado por las calles del centro. Era una situación especial. Ya el año pasado la celebración del triduo en la parroquia mayor de San Pedro trajo también la hermandad a una zona poco habitual fuera del mes de mayo. Pero lo de ayer tuvo un sabor diferente. Para no faltar a la cita.

"Las Hermanas de la Cruz esperaban con entusiasmo el paso del Simpecado", reconoció ayer el presidente de la Hermandad de Huelva, Juan Ferrer. Y el gozo fue general cuando se produjo el encuentro en la Plaza Niña.

Antes, el paso de la comitiva fue obligado también por la capilla de la Virgen de la Esperanza, otro gran símbolo de la devoción mariana onubense, a la que se realizó una ofrenda floral por parte del gobierno de la hermandad.

En este recorrido por el centro urbano, acompañaron a Huelva y su Simpecado una representación de las cofradías radicadas en el templo de La Concepción.

Más tarde, al paso por la calle Jesús de la Pasión, otro alto en el camino se produjo en la ermita de la Soledad, donde de nuevo se cantó la Salve, antes de enfilar el camino de vuelta, a través de la calle San Sebastián, hacia la casa de hermandad.

El Simpecado de Huelva ya está de nuevo en su hogar, preparado ya para su encuentro con la Blanca Paloma en la peregrinación de 2015. Queda menos de un mes para la partida hacia la aldea. Los rocieros onubenses están deseando que llegue el momento.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios